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P. Anselmo de Legarclcr.-Fedro de la Renterta y el P. Las Casas 11 cosas de valor. Todo ello se convierte en una buena cantidad de di– nero para la estancia de Las Casas en la corte (35). El clérigo se hace a la mar: lo cruzará no menos de ocho veces impulsado po:rj su afán apostólico, afán que no se apagará hasta que la muerte lo extinga a los noventa y dos años. A Rentería lo perdemos de vista. Y es para lamentarlo, como lo hace Quintana al llegar a este punto. Aunque, en verdad, los datos suministrados por Las Casas le colocan a Pedro de la .Renteria en situación muy privilegiada, si lo 'comparamos con otros de su mis– mo apellido (36). (35) Cf. Historia..., III, 80; BAE, 96, 359-360. (36) Por si puede ser <itil a alguien, permUaseme enumerar una se– rie de Rentertas de distintas épocas, con quienes he topado en mis lec– turas. Varias veces suena el nombre de Rentada en la Suma del Bachiller Juan Mart!.nez de ZALDIBIA, editada por don Fausto Arocena, San Sebas– tián, 1945. Véase su ine.ice. Juan de CASTELLANOS en su\ Varones ilustres de lndia.s, BAE, 4, 419, cuenta en 1542 a un Renterta entre los siempre prestos a dar de su va– lor buenas señales. En 1599 sit<ia a un cdpitán Renteria el historiador Carlos COLOMA, en Las Guerras de los Estados-Bajos, BAE, 28, 198-199. Con La Gasea, el célebre pacificador del Fer<i, hallamos en 1546 como oidor de la chi::mcillerkt real de Los Reyes, al licenciado lñigo de Rente– ria, natural de Vizcaya. Cf. Fedro de CIEZA DE LEON, Guenas civiles del Peri., NBAE, t. 15, pág. 219. L6pez de GOMARA subraya la confianza que en él y el otro oidor tenia puesta La Gasea, en su Historia General de la:s Indias, BAE, 22, 266. En relaci6n con la Monja Alférez presentan al capuchino F. Nicome– des ~e Rentarla, quien el 10 de octubre de 1693 testifica que en 1645 coincidi6 en Veracruz con la Monja Alférez, que andaba con una recua de mulos, etc. Véase la nota de Ferrar en la Historia de la Monjcr Alfé– rez. .., edici6n de Estornés Lasa, San Sebastián, Zabalkundea, 19 34, pág. 91. El R. F. CAPPA, Estudios crflicos acerca: de la dominación española en Am6rica, parte 3.ª, 2.ª ed., Madrid, 1915, apunta asimismo la noticia aunque llamándole al capuchino Nicolás de Rentada, pág. 451. JOVELLANOS, en una carta, BAE, 50, 345, nos presenta a un Renter!.a de mala fe en una cont~ata de vena. Un tabernero de Rentada o de Mundaca, procedente o expulsado dg Liverpool, le provee de un buen vino español a ·GANIVET, en 1893, Be• g<in s-u epistolario, en sus "Obras Completas", t. II, Madrid, Aguilar, 1943, pág. 852. Varias veces ocurre también Rentarla en Lo Vizcafno... La villa y sus hijos ilustres recihieron un homenaje con la ediei6n de las N'olicias Bisl6rica:s de Benleña, por Juan Ignacio GAMON, seguidas de la Reseña Histórica de Benterfa, por Serapio MUGICA y Fausto ARO– CENA, San Sebastián, 1930.
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