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/ -53- Este trato, amistad y colaboración significan compene– tración de ideas, analogía de gustos, influencias mútuas, y esto mismo nos descubrirían las obras si llegáramos a filiar– las. Castilla, Aragón ;las regiones de Levante ejerciernn influjo en la platería navarra. Gran parte de Europa, y Fran– cia especialmente, al enviar aquí sus productos y sus artistas, ejercieron un magisterio durable. Esta es. la verdad, prego, nada por las .obras y por los documentos. Claro que hay que admitir, y por la misma razón, la in, fluencia que los argenteros navarros hubieron de ejercer en los de fuera, teniendo presente que existían en el país artífi– ces capaces de codearse con los de m.ás ínfulas que pisaron estas fronteras. Aquilatar estos mutuos influjos no sólo lo creo difícil sino imposible. A mí me basta poner de manifiesto lo que dan de sí los datos históricos y deducir por conjeturas lo que verosí– milmente sea posible. La procedencia de los artistas, la enseñanza de taller, el gusto individual, dan lugar a suponer una variedad grande en las producciones, que educan y afinan el gusto del público y sirven de enseñanza a los mismos artistas, no sobrados aquí de modelos, espoleando su ingenio y actividad la lucha en la competencia. El activo comercio de objetos de lujo po– nía el sello a todo esto y con la paz echó raíces el afán de embellecer la morada. Al interpretar la naturaleza vegetal y animal en los m?– tivos de ornato, los argenteros de aquí se adaptaban a lo que era corriente en el arte de entonces. Cuando leemos, por ejemplo, la descripción de algunos objetos de plata, sabemos más o menos a qué atenernos respecto a sabor de la natura– leza: una copa que representa una rosa dorada y esmaltada -un vaso de tres piés, cubierto, con una serpiente y esmal-