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XI Mirando adelante Don Carlos, que tenfa sus ribetes de coleccionador de monedas, y tal vez un gusto no muy acom.~aticio, no debfa de estar verdaderamente satisfecho de sus plateros. Asf pare– ce indicarlo su deseo de atraer a su, corte artífices forasteros. Perrin Frezet, Conrat de Roder y acaso Mayer fueron aco– gidos con los brazos abiertos, si no hubo invitación directa o indirecta. Más claro aparece todavía en Conchet Godefroy. En una letra de pago, de 42 libras, fechada el 15 de Julio de 1406, pone esta cláusula: Et con esto prometo al Rey nuestro seynor leuar e tener botiga e forja de mi officio en pom– plona ho do el Rey nuestro seynor querra en su Regno. Este mismo ejemplo si{?;uió aí'ios después D.ª Blanca con Jaime de Villa Nova, al cual le hizo una forja e obrador en la Cámara situada sobre la capilla del castillo de Tudela que se llamaba el petit paradis, para do obrasse desu officio. (C. 82, 2).