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Documentos utfliz~dos -Coino se estudia l& -psicología de una persona ~ través de sus sonrisas y.frunces de cejas, de su andar y de su mímica, de la: forma y color de; la corbata, del modo de_ llevar el som– brero, de sus medias pálabras, de su actitud ante una mesa bien repleta en compaflía de compinches y amigos; así la his– toria de hoy busca con preferencia en la observación de mi– nucias pasadas esos sutiles e inconfundibles rasgos que mar– can con sello indeleble lo característico del tiempo viejo. Si· el tiempo viejo no es el n!!evo, como nos diría Perogrullo, tampoco se confunden su modo de vestir y de comer, la forma· de trábajár y guerrear, las diversiones, estudios, proyectosy anhelos. Y no es conocer lo pasado ignorar todo esto. En lo fugitivo de estos aspectos perseguimos lo perma– nente; en Jo visible, lo que no aparece a los ojos; en el gesto, en el hablar y callar, las pasiones, el carácter, el pensamien– to, el hábito de obrar. Observar bien, deducir bien: he ahí las dos condiciones precisas para ello. Y tanto más perfecta será la observación y más fructífera la labor histórica, cuantos más datos y dé ma– yor alcance tengamos presentes. Reunirlos es ya mucho. Pero saber utilizarlos convenien– temente no es fácil. He .procurtdo no i,erder nunca de vista estos puntos al

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