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BAP, XLV 1-2 LOS PREMONSTRATENSES DE URDAX 205 servir para fomentar la intriga y sembrar por medio menos religioso el espíritu de discordia, turbando la paz de que goza» 44 • Intentóse nuevo frenazo desde la sede central de la «Circaria Hispa– niae». Algunos éisconformes habían protestado ante el definitorio gene– ral contra el abad Sanzberro por sus afanosas diligencias e.n disponer el retorno al domicilio de Urdax. En junta deliberativa, tan singular como el «capítulo solemne intermedio», se acuerda darles satisfacción. Sin previo aviso, si::1 haberle consultado la razón de su proceder, se le intima, expresa y formalmente, la observancia estricta de los relictos firmados en Loyola por el padre visitador; y la suspensión total de las obras de Urdax, en cumplimiento del Real Decreto de 17 de octubre de 1789, mandado guardar por el Redmo. P. Nicolás Gracia, a la sazón «Superior General de todos los prelados del Orden». Y si llegare a notarse negligencia, se proceda contra el abad Sanzberro «con todo el rigor que merecen los transgresores de nuestras Leyes y superiores órdenes del Rey y su Consejo». Se delega en el Rdmo. P. Mtro. y Vicario General, José de Enseña, corifeo de los discordantes, la intimación del monitorio, con el que rudamente sorprende al interesado, en su celda abacial de Loyola, el 20 de mayo de 1806 45 • Doblado el espinazo, según hábito y costumbre, responde Sanzbe– rro a su reverendísimo padre general y general definitorio. Se empren– dió la restauración de Urdax por presiones internas y externas: por mayoría aplastante en consulta a los religiosos y por instancias apre– miantes que llegaron desde Navarra. No se contradice la real voluntad, porque la Real Orden de 17 de octubre de 1789, por la que se exigía la presentación de los planos en la Academia de Bellas Artes antes de realizar reparos considerables en edificios públicos, y especialmente en los templos, no se aplicaba en el reino de Navarra, que la había declarado contrafuero en las Cortes Generales de 1794-1797. Y uno de los firmantes había sido el abad de Urdax, P. Francisco de Miranda, 44 Agustín de Sanzberro al «Rmo. Abad y Definitorio Gral.» Loyola, 30 de junio de 1806; y borrador de otra comunicación posterior, en la que se da por definitivo lo actuado: !bid. 45 Providencia firmada por el secretario general del Orden Premonstratense, Juan Miguel de Calo, en Santa María de Retuerta, 6 de mayo de 1806. Documento inserto en la carta de Sanzberro al definitorio general. N. Backmund presenta como abad general en 1804-1806 al P. Diedo Rodríguez Menda; y en 1805-1807, al P. José de Enseña, rev. «Hispania Sacra» XI (Madrid 1958) 445 y 459; por mayo de 1806, cuando intimó al abad Sanzberro el mandato de sus superiores, figura J. de Enseña como vicario general.

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