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BAP, XLV 1-2 LOS PREMONSTRATENSES DE URDAX 183 reales para el maestro de niños de Motrico; y otros 50 de obligaciones en las sepulturas de sus familiares de Motrico y de de Astigarribia. Informa el mismo señor corregidor que, a juicio de dos arquitectos inspectores, se hallaba el colegio deslucido en todas sus partes, rotas ventanas y puertas y muchas de sus vidrieras, secuela del acuartelamien– to de. los tres batallones de milicias de Toro, Valladolid y León durante el año 1793. Se calculaban en 11.000 reales los desperfectos. Remediar– los, cegar las g::>teras de la media naranja, conservar el edificio en buen estado, requería una inversión anual de 5 a 6.000 reales, al margen de imprevistos, que bien podían temerse. «Q!ie siendo el edificio uno de los más suntuosos del Reyno y aun de fuera y el primer Monumento de Arquitectura que por aquella parte se encuentra... que hacía honor a la Nación en todos los tiempos, mayormente si se concluyese la segunda ala (levantada hasta la primera cornisa), destinado para Seminario de Nobles, proyectado por la Prov" de Guipuzcoa desde fines del siglo décimo séptim:J e interrumpido después por varios accidentes, en espe– cial por la Guerra de Sucesión; que para llegar a la altura de los tejados no le faltaban sino seis o siete hileras de piedra sillar y cubierta del tejado, se hacía más doloroso que quedase sin concluir a lo menos en lo exterior y expuesto a arruinarse». Le parece muy oportuna la petición de los premonstratenses de Urdax; por lo que sugiere el señor corregidor que se les podían adelan– tar los 11.000 reales de costo en que se calculaban las reparaciones, deducidos del sobrante de las rentas del año 93 y «del producto de varios libros vascongados que sin utilidad alguna existían arrinconados en varias piezas de él; y su venta para aquel país sería al parecer provechosa». Amén de lo dicho, agrega el interpelado, tendrá que pensarse en arbitrar medios de subsistencia para sus moradores y en otros con que atender la parte material de iglesia y colegio. Habrá que entregarles unos 6.000 reales anuales, que se pueden tomar de los réditos censales de Medellín ·o de Medinaceli o de las rentas de juros; amén de la adminis– tración y usufructo de los bienes y fincas no enajenados. La villa de Azpeitia había ahorrado al fondo de temporalidades 11.315 reales que distrajo de sus propios para sueldo del sargento y cinco guardas puestos por el corregidor como centinelas del santuario y su pertenecido. La huerta, que venía siendo cultivada por los pobres del hospicio, habrá de q·c1edar al cuidado de los premonstratenses, que, en compensa– ción, podrán é.signarles una pensión regular y equitativa.

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