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182 EULOGIO ZUDAIRE HUARTE BAP, XLV 1-2 tumbran, según sus Constituciones, en favor de los fundadores y patro– nos de sus iglesias y colegios. Misa aniversario por S. M., cuando falleciere, con vigilia y respon– so; misa cantada cada año el día de la Inmaculada y en la fiesta de San José. Por cuenta de la provincia jesuítica de Castilla corre la construc– ción de la iglesia, colegio y dependencias con cargo a las rentas funda– cionales que de 4.134.817 maravedíes en varios juros, habían pasado a 4.464.508, que al tiempo de la expulsión significaban unos ingresos de 132.353 reales y 4 maravedíes; a que debía agregarse un capital de 5.005 ducados y 10 reales de vellón, en 11 censos impuestos sobre fincas del país, que redituaban 1.127 reales anuales de vellón; más otro censo de 105.313 reales y 22 maravedíes de principal contra el estado de Mede– llín; y otro más, de 51.333 reales y 12 maravedíes sobre bienes del duque de Medinaceli, «cuyos réditos se cobraron por los jueces de Madrid y de Valladolid», después del extrañamiento. Las fincas no enajenadas por la junta de temporalidades podían producir, entre adeha– las de granos y otras especies, unos 9.200 reales anuales; al patrimonio del colegio pertenecían asimismo 5 acciones, de 500 pesos unidad, sobre la R. Cía. de Tabacos de La Habana y un crédito de 57.963 reales, contra la testamentaría de Felipe V, remitido en 1791 a don Manuel Doz (o de Hoz) director general de temporalidades. «Deducidas las cargas y el 5 °/o de la administración de los bienes -concluye el corregidor de Guipúzcoa- quedaban rentas líquidas del colegio, incluso los réditos de censos fundados en él y sin comprender los de fuera, 4.928 reales de vellón». Sobre estos juros y censos pesaban ciertas «cargas espirituales» o mandas pías, que habrán de satisfacer los canónigos premonstratenses, si acampan en Loyola. Algunas de ellas se venían cumpliendo en la parroquial de Azcoitia por el importe anual de 1.028 reales. Enumera el corregidor entre esas obligaciones la del ofreci– miento anual de un hachón de cera; el responso anual y misas cantadas (no celebradas desde la expulsión); misa al SSmo. Sacramento, un domingo del mes, indulgenciada con jubileo; misa cantada perpetua el primero de marzo de cada año y una rezada semanal en la capilla de San Ignacio, legado de doña Ana de Lasalde; y en la misma capilla y por la misma testadora, una lámpara de luz permanente; item más, la ofrenda anual de 209 reales en la capilla de la Horreada, de la parroquia de Azcoitia y la de otros 138 a su cabildo por las vísperas y función litúrgica el día de la Natividad de la Virgen. La herencia del P. Miguel de Ibarra, recaída en el colegio de Loyola, imponía una pensión de 364
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