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BAP, XLV 1-2 LOS PREMONSTRATENSES DE URDAX 181 te remediarán los desperfectos de iglesia y casa de Loyola con las subvenciones que S. M. se dignare dispensarles, sino que renovarán el esplendor del culto y suministrarán el pasto espiritual a las gentes de aquella zona. Opina el señor obispo de Pamplona que para desempeñar decoro– samente el servicio pastoral, atender el colegio y celebrar con dignidad los divinos oficios no serán menester menos de 40 religiosos. (Bastantes menos eran los jesuitas cuando su extrañamiento). b) Corregidor de Guipúzcoa.-Acomete el problema, con el propósi– to bien definido de puntualizar sus consecuencias, desde la transmisión del patronato de Loyola por los marqueses de Oropesa y de Alcañices a la reina doña Mariana de Austria, madre de Carlos II, que, por real provisión de 7 de diciembre de 1681, se dignó aprobar la transacción. En su nombre se hizo cargo del derecho patronal, con fecha de 19 de febrero de 1682, el corregidor de Guipúzcoa, don Manuel de Arce 15 • La reina madre hizo donación, merced y gracia perfecta e irrevoca– ble a la Compañía de Jesús, en 24 de mayo de 1682, «especialmente a la provª de Castilla», con la obligación de conservar la casa y de incorpo– rarse al colegio que inmediato a ella se había de fabricar, capaz y decente para albergar una comunidad jesuítica que se dedicara a sus ministerios. La reina madre y después de ella su hijo y sucesores en la corona serán los patronos de la casa, colegio, iglesia y capilla, con las preeminencias y prerrogativas y exenciones de San Lorenzo del Escorial, Descalzas Reales y Encarnación de Madrid. En años alternos deberá presentar el rector del colegio, en el momento del ofertorio, al celebrante que diga la misa de la festividad de San Ignacio (31 de julio), un cirio de cera blanca para el santo patriarca; y al año siguiente, otro para la reina, durante su vida; y después de ella, para su hijo Rey y sucesores, «en reconocimiento de dicho patronato». Los reyes habrán de gozar, como tales patronos, de todas las preeminencias, sufragios y buenas obras que en la Compañía se acos- 15 Estudio sobrio y preciso de la fundación y sucesivas vicisitudes del patronato de Loyola el del F. RAFAEL M.A DE HORNERO, S. I., «Fundación del real colegio e iglesia de San Ignacio de Loyola» en Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián 16-17, II (1982-1983) «Homenaje a J. Ignacio Tellechea Idígoras». Excelente complemento del P. Eguillor en su crabajo «El santuario de San Ignacio de Loyola» en BRSVAP, 39 (S.S. 1983), pá¡;s. 201-229.
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