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332 CALDERÓN cuando prometía al embejador de la Generalidad, el capuchino Ber– nardino de Manlleu, total respeto y salvaguarda de los usatges, pri– vilegios y costumbres de Cataluña, era demasiado tarde porque sus dirigentes estaban demasiado comprometidos 3 • El día 1 de sep– tiembre encerraba don Juan de Garay, en el castillo de Perpiñán, al noble don Alejo de Sentmenat, sorprendido en pleno contubernio con el francés 4; y el 24 de septiembre, firmaban las primeras capi– tulaciones con Plessis Besan~on y Mr. de Spenan, en la conferencia de Céret, los embajadores de Cataluña Francisco Vilaplana, Fran– cisco Tamarit y Ramón de Guimerá 5 • Calderón de la Barca en Cataluña. El 30 de septiembre del mismo año 1640 se bendijeron en Atocha los estandartes de las Ordenes Militares, que el 9 de octubre cabal– gaban hacia la ciudad de Zaragoza, para incorporarse al grueso de las fuerzas, llegadas desde Guipúzcoa y Vizcaya y desde otras plazas de Castilla. Por capitán general, don Pedro Fajardo y Zúñiga, mar– qués de los Vélez, virrey de Cataluña. Al frente de los escuadrones, el teniente general de la caballería de las Ordenes Militares, don Alvaro de Quiñones y en su batallón de caballos corazas, llamado del Conde Duque, el caballero del hábito de Santiago, don Pedro Calderón de la Barca, al que se tenía en situación de alerta desde el alarde de 28 de mayo 6 • El 27 de noviembre juraba en Tortosa su cargo virreinal el mar– qués de los Vélez, que ofreció perdón generoso a cuantos dieran su obediencia al soberano. No sin cierta lentitud se puso en marcha aquella «hueste florida» de 20.000 infantes y unos 2.500 caballos, el día 10 de diciembre. Apenas halló resistencia en Perelló ni en el Coll de Balaguer, aunque se tuviera por inexpugnable. La acción de Cam– brils (15 de diciembre), lugar amurallado y con mucha guarnición (en la que no faltaba aguerrida compañía de clérigos) y eficaces bo– cas de fuego, sorprendió por ardua y sangrienta. Al cabo de tres días, los defensores tuvieron que rendirse a merced. Se dejó libres a los cien forzados de Reus y se dio garrote (que desaprobó su ma- a P. Bemardino a los diputados; Madrid, 23 de agosto de 1640. Perpiñán, Bibl. Publique, R, 504, f. 139-140. 4 Juan de Garay al Señor Conde Duque de San Lúcar; Perpiñán, 2 de sep– tiembre de 1640: AGS, G. A., 1329. '5 Amplia y bien documentada información de todo este proceso en J os~ SANABRE: La acción de Francia en Cataluña (1640-1654). Barcelona, 1956, pp. 87-138. 6 EMILIO COTARELO Y MORI: Ensayo sobre la vida y obras de Don Pedro Calderón de la Barca. Madrid, 1927, p. 217.

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