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CANCIÓN POPULAR. 2 99 >>tamente disponer el coche para pasar personalnente á las »cárceles; y mientras se disponía, á fin de ocurrir con mas »prontitud al remedio y obviar una nueva irreverencia, »ordenó lo ejecutase antes su muy ilustre señor provisor el >>doctor don Gabriel Rafael Blazquez Prieto; quien en mi >>compañia, la de un caballero page y de un notario del tri– »bunal eclesiástico, pasó á las cárceles, en cuyo oratorio >>se hallaban ya, precedente mi aviso, don Bernardo Sala– >>berri, ¡::resbítero, vicario del hospital general de esta ciudad »y el P. Fr. Fermín de Olondriz, religioso del órden de san »Francisco, capellán del mismo hospital, ambos muy inteli– >>gentes en la lengua vascorigada, que es el propio, nativo y >>único idioma que poseen bien los tres precitados reos; y >>enterado dicho señor provisor por el referido alcaide de que >>la solicitud de los reos no sería otra que el asilo de inmuni– >>dad, entramos todos los últimamente insinuados en la »capilla, en donde los hallamos en la misma disposición que >>yo los dejé; á quienes dijo el señor provisor, valiénd6se del >>intérprete precitado don Bernardo Salaberri, que él era >>el provisor y vicario general de este obispado, í iba con ór– >>den del señor Illmo. á quien el señor vicario había dado »cuenta de todo; y habiéndoseles hecho esto presente por >>el intérprete, añadió el provisor, que lo que él hiciese era >>lo mismo que si lo ejecutase el señor obispo, y que así le >>entregasen la ostia y el cáliz; á lo que contestaron que no >>lo harían mientras no fuese el señor obispo; y les replicó el >>provisor por medio del intérprete, que reflexionasen como >>no podrían permanecer en aquella postura por mucho tiem– po, pues necesitarían comer, dormir y hacer otras funciones >>natura:es; que de no entregar las especies sacramentales »agravarían su esceso, sin conseguir favor alguno en el éxito >>de su causa; y que lo sumo á que ellos podian aspirar era á »que se les diese un testimonio firmado y sellado con el de >>las armas de S. S. I., con el cual pudiesen acreditar lo que >>habían ejecutado, y como se habían acojido al Santísimo >>Sacramento del Altar, para que esto les valiese cuanto hu-