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para que vuestro desseo de biuir en seruicio de dios sea cumplido e por algu– nos otros justos respectos mi ánimo a aquesto fazer mouientes». Ambas razo– nes serían ciertas, aunque imponderables. «Los justos motivos» podían estar emparentados con su mentalidad religiosa de cristiano viejo, conocedor de los cambios religios,::is del tiempo y con tendencia al rigorismo. 4 5. Penetrairos más en el conociminto del personaje a través de su testa– mento ológrafo, otorgado el 28 de octubre de 1529 y a través de otros testa– mentos y codicilos numerosos otorgados sellados y retirados del archivo de notas del notario. En dicho testamento sobresalen sus cláusulas introductorias de buen calado espiritual y docytrinal. Entre las diposiciones mandaba ser enterrado en la capilla familiar del Colegio de las Vírgenes, debajo del altar mayor, Se construiría también un carnario para todos los suyos. Encargó con profusión misas y limosnas para los pobres vergonzantes y para el hospital de Gracia. Mandaba pagar todas sus deudas, que por el codicilo se ve que no eran pocas. Dejaba a sus hijos las casas principales de su vivienda, así como sus bienes. Nobraba heredero universal a su hijo Juan Luis. 5 Como a ejecutores a su cuñado Jaime Cerdán, a Gaspar de Reus, señor de Luceni y a Juan de Reus, alcaide de Borja. 6 6. El diminuto Colegio de sus tres hijas debió comenzar a funcionar de inmediato. Conc,cemos la celebración de una reunión o capítulo de las tres y de la primera colegiala Leonor de Castera a fin de tratar el asunto del arrien– do de su huerto::. Jaime de Alfaro, maestro de casas, por la renta de cinco suel– dos jaqueses al año. Debía tenerlo «mejorado y no empeorado, bien cabado, regado en sus tiempos y fornido de buenos árboles y bien emparedado y tapia– do y las tapias bardadas». Intervenían ellas, pero detrás estaba el criterio pre– visor de su padre.7 Esos primeros pasos reales y de hecho del Colegio, mien– tras Villasimpliz movía los hilos de sus relaciones cortesanas para conseguir la aprobación canónica del Papa Clemente VII, visitado en Italia por el empe– rador para su coronación. El Pontífice satisfico la súplica por medio de una bula, en la que se incluían los primeros estatutos o forma de vida del Colegio. 8 4 Así lo demuestran :os textos personales del mismo, que se encuentran, sobre todo, en sus nume– rosos testamentos y codicilos y notas añadidas a los mismos. 5 Este hijo casó con Inés Molón y bulló mucho en la ciudad a juzgar por la documentación que se encuentra en los registros notariales, 6 Sigue al testamento un «Memorial de las deudas que yo deuo y de mis cargos», donde aparecen personajes de renon:bre en la administración castellana y aragonesa. 7 El arriendo en ANZ Juan de Arruego leg. 369 ff.287v-288v. 8 Falta esta investigación romana, que en parte podrá ser subsanada con la que existe en el AHN de Madrid, proveniente del mismo Colegio al tiempo de la desamortización. En buena medida 59