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una plena renov:c.ción externa e interna. Preparó nueva vivienda en las casas de Morales, edificó una enfermería para las colegialas enfermas e inluso un novi– ciado para que durante un año se preparasen las que se decidían a tomar la Cruz. Pero sobre todo, pensaron en levantar una iglesia nueva y suntuosa, aun– que tardó en ejecutarse bastantes años. Tod se proyectaba en el año 1493. Francisco Montaner preparaba una concordia con Juan de Gorosábel para construir el retablo de la nueva iglesia; 28 Esta se retrasó hasta 1607, en que se preparana la cal, la piedra y demás materiales y el 9 de febrero de 1608 colo– caba el arzobisp:J Tomás de Borja la primera piedra, no sin antes haber con– seguido del colegio su sepultura en la capilla mayor de la misma. 29 j · 19. Esta renovación edilicia del Colegio hizo que el sector del antiguo Colegio con su iglesia propia quedase en desuso. Era el año 1598, tiempo en que llegaban a Zaragoza los capuchinos desde Barcelona y Valencia. No sin intervención de Juan de Morales, hermano del difunto Jerónimo, esposo de Francisca de Esáin, consiguieron que el Colegio les hiciese donación de dicho colegio viejo, oientras ellos construían su convenmto en las afueras de Zaragoa. 30 Por otra parte es de notar que el Colegio no caminaba a ciegas en esta profunda transformación, ya que tenías cerca a sus patronos, los diputados del reino, quienes visitaban con fecuencia el Colegio para inspeccionar de vista el estado de los edificios y de la institución. 31 La cercanía del Colegio a tan alta institución les atrajo beneficios, no sólo de amparo, sino de economía. Así en el capítulo colegial de 26 de octubre se hacía constar yagradecía a los diputa– dos la caridad de 18.000 ueldos dineros jaqueses, en tres entregas anuales. 20. Durante el rectorado de Francisca de Heredia, con la reforma de la 28 La concordia se refería a la obra de carpintería del retablo, sin entrar todavía en la pintura y decoración del mismo. Se halla en ANZ Diego Casales leg.415 ff.414r-416r. Este documento fue conocido y publicado por ANGEL SAN VICENTE, Lucidario de Bellas Artes en Zaragoza 1545- 1599. Zaragoza 1991,pp.524-5 n.432. No publica la introducción del acta, sino sólo las clásulas de la concordia. 29 Existe una abigarrada documentación sobre estos actos; la sepultura de Borja en el Colegio creó no pocos problemas en la Seo. No hemos visto la concordia definitiva para la construcción de esta .) iglesia nueva. 30 Esta descarnada noticia encierra el secreto de nuestro interés por el Colegio de las Vírgenes. Ibamos buscando la primera presencia de los capuchinos en Zaragoza y descubrimos esta prime– ra residencia en el Colegio. En ambos estudios hemos sido afortunados, gracias a la riqueza de los archivos y a la amable ayuda de quienes los dirigen. 31 Hemos documentado diversas visitas de los diputados; respondían a los Estatutos; aunque pen– samos que este patronazgo, sin ser sólo honorífico, tampoco concedía a la Diputación los dere– chos jurídicos del P8tronato contemplado en el derecho. 65