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402 FJDEL AIZPURÚA * La experiencia de Dios es posible si, además, el esfuerzo cre– yente es tenaz y constante por situarse en lo más nuclear del Mensaje, en la experiencia más viva (muerte/resurrección) del Jesús evangélico. * La experiencia de Dios es posible si se hace un esfuerzo cons– ciente por actualizar los apoyos o ayudas que la misma fe nos ofrece en las mediaciones eclesiales, orantes, fraternas, sacramentales, etc. * La experiencia de Dios es posible si se la inserta en los meca– nismos reales de la vida y de la persona, hasta hacerla parte de ambas realidades. Francisco es un hombre inspirado por Dios para encarnar en su momento una fuerte y elocuente experiencia de Dios. Por eso mismo es elemento inspirador para esa misma experiencia en todos aquellos que se apoyan en el testimonio de su vida y en los contenidos de su mensaje, siempre que, con claridad y discernimiento, se hagan las pertinentes rectificaciones que el mismo decurso de la historia impo– ne. Estas son las posibilidades de lo franciscano para la fe de hoy.

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