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Las constituciones capuchinas de 1552 227 Las constituciones de 1552 proponen substancialmente el número 7 y la primera parte del número 9, silenciando por entero el 8 y la segunda parte del 9, que acabamos de transcribir. Este hecho significativo muestra ya un cambio radical de acti• tudes en una nueva concepción de la vida concreta franciscana en el punto substancial de la minoridad. ¿ El ideal de sumisión a los ordinarios c;le los lugares ha producido ya en algunas ocasiones frutos palpables de amargura o desengaño? ¿ La norma adoptada incluye peligros para la identidad capuchina en la vida y en la actuación de los miembros de la fraternidad, debido a opiniones diversas de los obispos? ¿ La disposición prescrita puede favorecer la pluriformidad de vida en aspectos entonces no admitidos? Piénsese en el ejercicio del confesonario, en la amplitud de los conventos, en la cercanía de los mismos con respecto a las ciudades ... Por otra parte, hay testimonios fidedignos de la oposición de otros religiosos a la actitud adoptada por los capuchinos al respecto 72 • El hecho es que los legisladores de 1552, contra el parecer segu– ramente de no pocos frailes, suprimen el importante inciso. Y, como consecuencia parcial, también el siguiente sobre la obediencia a toda criatura. 2. Capítulo segundo (n. 12-29) No se encuentra en él ninguna supres10n de la categoría del anterior. Hay una, eso sí, que manifiesta también la tendencia a acomodar el ideal teórico a las exigencias de la vida. Los estatutos de 1536 ordenan que los candidatos, antes de ingresar en la orden, distribuyan, si pueden, sus bienes a los pobres, insistiendo mucho en ello; los de 1552 discurren por otros cauces más amplios y más conformes al decir de la regla. He aquí el texto: Const. 1536 « Si ordina che non si vesta al• clmno, se in prima (potendo) non Const. 1552 « Si ordina, che i Vicarij, innanzi che gli ricevino, gli dicano la parola 72 Cf. TACCHI VENTURI, Vittoria Colonna e la riforma cappuccina, en Col– lectanea franciscana 1 (1931) 45 s.