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propia jurisdicción. -Los Guardianes sean elegidos por los miembros de cada frater– nidad eí!1 cuanto sea posible, y a su vez elijan al Ministro Provincial. De esta rna- nera serán verdaderos representantes de los frailes en el capítulo provincial corno los Provinciales de su Provincia en el Ge– neral, evitándose otros delegados". Clausura del Congreso En la tarde del dia 2 se celebró con cierta so1emnidad, aunque sin salirse del rnar.co general de sencmez y fraternidad que había caracterizado las reuniones precedentes, el acto clausura} del Congreso. Lo presidió Mons. Rafa.el González Moralejo, Obispo-Vi– cario Capitual de la archidiócesis de Valen– cia. El director del Congreso, P. Isidro Guerra, en breves palabras introductorias, ofreció a Su Excelencia este sencillo acto corno sentida expresión de ec1esialidad, de dispo– nibilidad ante la Iglesia sobre todo en eI campo del apostolado. Es por esto, en parte, que se había reser– vado para es·te acto la ponencia sobre los "rasgos esenciales del apostolado francis– cano". Lo desarroTla, un tanto abreviada por la premura del tiempo, el P. PEDRO ANASAGASTI, O.F.M., de la Provincia de Cantabria, Dtor. en Misionología por la Universidad de Propaganda Fide en Roma, y autor fecundo que, además de otras muchas obras, ha publicado precisamente en torino a este tema la tesis doctoral sobre la voca– ción misionera de S. Francisco y una obra más extensa, titulada "Francisco de Asís busca al hombre". Francisco de Asís -afirma el P. Anasa– gasti- estaba firmemente convencido de que su vocación era P'eculiar, por lo que no quiso aceptar Regla alguna anterior, ya que Dios se la inspiró directamente. Tambié[l era peculiar, consecuentemente, su género de vida, su lanzamiento al aposto– lado, su método de evangelización. Se ins– pira en los Apóstoles, y bebe en el Evangelio. 66 Tratando de resumir su peculiar estruc– tura apostólica, el P. Anasagasti señala en ella diez elementos constitutivos imprescin– dibles: 1) Incondicional entrega al Padre en el mundo de Dios; 2) Testimonio perso– nal evangélico; 3) Auténtico mandato de eva,ngelización por la Iglesia; 4) Posesión del ''sensus Ecclesiae"; 5) Irreprimible im– pulso de repartir la vida del Evangelio; 6) Apasionado afán de inyectar la Paz; 7) Es– píritu ecuménico de redil universal; 8) Adap– tación a la singularidad de cada persona, de cada ambiente, de cada estructura vá– lida; 9) Inserción vital activa en el sacrificio de Cristo; 10) Conservación y defensa de la estrategia apostólica típicamente diseñada por Francisco. Elementos que son -concluye el P. Ana– sagasU---- no sólo actuales, sino preferidos por el Concilio para los apóstoles de la renovación soñada. Terminada esta ponencia, el infrascrito cronista del Co,ngreso ofrece una breve mi– rada retrospectiva sobre el mismo, desta– cando sintéticarnenúe los problemas princi– pales que a lo largo de todas las ponencias y discusiones se han debatido en este Con– greso. Lo ha hecho sobre todo en atención al Sr. Obispo, para que pu,eda tener siquiera una idea sobre lo que ha sido realmente este Congreso. A esto siguen u,nas breves palabras con– elusivas del M.R.P. PACIFICO SENDRA, Ministro de esta Provincia de Valencia. Torna acto d•e la diversidad de opiniones que se han manifestado en el Congreso sobre los problemas más fundamentales que