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guidos y separarlos de los clérigos. -Aqui reaparece una sugerencia que ya se· lanzó también con ocasión d:e otro tema: ¿Pqr qué nuestros colegios seráficos tienen qtie estar definidos para formar Padres y 110 más genéricamente para pr,eparar religiosos franciscanos, que más tarde decidirán si ser clérigos o l:egos segÚtl'.l. vean ser su vocación persona]? --Se objeta que en esa forma luego seria muy odioso hacer ~f selección. -Responden varios sucesivameri– te: Los mismos candidatos se definiriati s:egún llegasen a idendificar su vocación personal. . . -Además la experiencia enseñ.a que los incapaces para los estudios requeri– dos para el sacerdocio, se van retira,ndo a med'ida que advierten su .incapacidad para conti-nuarlos. . . -Por lo menos hay que quitar de las Constituci.ones que el noviciado hecho para una clase no sirva para la otra; y permitir más hi-en que aún des,pués del noviciado, y sin necesidad de renovarlo, pueda pasar.se eón mayor facilidad de clé– rigos a legos. -Alguno ex;presa también su temor de que todo esto pueda cerrar la puer1t,a a muchas vocaciones buenas que no son capa,ces de tanto estudi,o ... Se proponen varias otras sugerencias para elevar la condición de los Hermano:s. Uno pidle que se trace todo un programa práctico de los Hermanos. Otro pvegunta por qué no se exi-ge un poco más de traba– jo manua,l a los clérigos. S:e le replica que e,n este caso lhabria que ,procurar que también los clérigos aprendan algún oficio; pero no se ve ,cómo se pueda conciliar esto con los estudios que ya de por ·sí im– pone Ja carrera sacerdotal. · De pretender algo en e.ste sentido, habría que procurar caJp.acitarlos para que puedan ser dirigentes. . . 2) Capitulo Conventual. El ponente in– siste en la gra,nd,e importancia que puede tener esta institución, debidamente instau– rada entre nosotros; si de ahi todos los frailes nos habituamos. a tomar con verda– dero. intere$ los problemas comunes y a dialogar sotl:)re •ellos ,con los demás, aparte de otras ventajas, -después podrán ganar en nivel también los capítulos .provinciales y generales; porque todos, superiores y súb– ditos, necesitamos habituarnos más a este tipo de colaboración, que ahora se impone cada vez con mayor urgencia, y que tan bien responde al espiritu de la fraternidad franciscana. Quien se alza para intervenir, aduce otra ventaja todavia; pues él cree que con el capitulo conventual podria mejorarse mu– chtisimo la vida religiosa en nuestros con– ventos, con solo que se S·epa por qué se toman ciertas decisiones; asi todos serán responsables de cuanto de importante su– cede en el convento. Luego hablan un P. Cooventua1 y un Capuchino sobre la expe– riencia, fundamentalmente positiva, de sus respectivas Ordenes en este ,punto. Aqui se ha concluido el diálogo, por falta de tiempo. Pero sobre el mismo tema se ha presentado ,por ,escrito -esta otra suge– ren-cia: "La vida común esté informada de espíritu fraterno. Los superiores se estimen siervos de los demás hermanos. Suprimida la institución del discretorio local, se esta– blezca e] Capitulo conventual, do1nde él su– perior oiga el parecer de los frailes en lo que toca al régimen, vida espiritual, apos, tolado, etc. de la comunidad, y, siempre con derecho de imponer su propia voluntad cuando lo exijan el bien común y el servi– cio de los frailes, procur,e acomodarse a la voluntad de la mayoria. Los frailes deben asi sentirse no ajenos sino correspon– sables, participaint 1 es y colaboradores activos en la vida de la comunidad". 3) Otras estructuras juridicas. En la misma forma de sugerencias escritas fuera de la sesión, se han recibido estas dos interv,enciones, que no lhan podido ser dis– cutidas en el Congreso: a) ''Precisa cambiar el sistema de elec– ción si, en efecto, queremos decirnos una Orden democrática. En la actualidad creo que bie;n se puede decir que es oligárquico, y esto sabe a degeneración o corrupción". b) "Se promueva la Unión de las Fami– lias Franciscanas. Comience gradualmente a traws de los es• tudi.os , misiones, aposto– lado. -Se favorezca la unión de las_- Pro– vincias, y los modos peculiares de presen– cia y apostolado de ·cada nac16n o grupo étnico. -Se descentralice el gobterno de la Orden, mediante la ,creación de Vicarios o Delegados Generales que, elegidos por los Provinciales y confirmados por el General, asistan a éste en el gobierno de la Orden junto con los Definidores de curia y le · repr,esenten real y efectivamente en su 65

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