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becr. ''Perteci:ae caritatis'' y ias i•Normas'; del Motu Proprio '''Ecclesia,e Sanctae" para aplicarlo). 3) Exigencias del espíritu franciscano: por razón del carácter de servicio que desta– ca en la autoridad, de la índole tan peculiar de la frate,rnidad, del necesario ,equilibrio entre 1 carisma e institución (con mayores posibrndades que hasta ahora para el de– sarrollo de una auténtica vida carismática dentro de la Orden, pero con sólido sentido realístico ante la realidad actual de la misma y ante la necesidad mode:ma de una más adecuada organización). B) Constitución jurídica de la Orden: horizontalmente, es una fratennidad p•ecu– liar; verticalmente, tiene una organización jerarquizada muy dinámica, nacida con las Ordenes Mendicantes. 1) lndole peculiar de la fraternidad fran– ciscana: igualdad de derechos entre todos los frailes, si,n otra P'l"eoedencia que la "funcional" (cf, art. 40 del esquema de las nuevas Constituciones). Problema funda– mental que precisa reso'1ver: la condición jurídica de los Hermanos en la Orden. La igualdad que tanto se propu1gna actualmente en la sodedad civil, la norma del Concilio para los institutos religiosos, y sobre todo el esP'íritu de N. Padre y fa práctica de la Orde1n en sus orígenes y, en parte, aun a lo largo de su historia hasta los tiempos mo– dernos, piden que se conceda a los Hermanos una ,equiparación jurídica total, sin excep– tuar más que las exigencias propfas del sacramento del Orden; por tanto se les re– conozca p]:ena voz activa y pasiva para los cargos internos de la Orden. La limitación de la jurisdicción a los solos clérigos por el c. 118 es de simple derecho positivo, además relativamente recie,nte; y podría ser supri– mida por la S. Sede para nuestra Orden. 2) Organi:liación jerarquizada de la Or– den: a) La casa, funda!ffiental para el s•entido auténtkamente fra 1 terno de nuestra vida; conviene darle mayor elasticidad de estruc– turas, admitLendo, junto a conventos sólida– mente estructurados, otras variadas formas de convivencia fraterna para testimonio, actividades particulares, etc. (¿,también "con– ventos regionales" 1)ara frailes que trabajan dispersos?). b) La Provincia, tradicional– mente autónoma y autosufici:ente, al menos en teoría; en la práctica todas necesitan de relaciones cada vez más intimas y eficien– tes con otras, por la escasez de frailes de muchas Provincias (en 4-X-1965 había 40 Provincias y Custodias independientes que no llegaban a 200 frai:1es, contando a novi– cios y donados) y por las crecientes exigen– cias de organización, programación común, coordinación, especialización... (hoy mu– chos problemas rebasan los límites provin– ciales). c) La Ciircunscripción, qi:.e por lo di– cho de las Provincias debe ser provista de una estructura más sólida y eficiente. d) La Curia General, para unidad real y efi– cient,e de toda la Orden, pero sin centralis– mos indebidos; y para relaciones más ínti– mas con las demás Ramas franciscanas (por el mome,nto la unión no se ve posiible, ni acaso sea convceniente por varias razo– nes ... ) y aun con todos los demás institutos franciscanos. C) Régimen de la Orden. Nuestras es– tructuras de gobierno de suyo son prevalen- 1emente horizontales (predominio de los Capítulos), mientras que em. las Ordenes Monásticas y en las Congregaciones de Clé– rigps Re,gulares son más verticales (predo– minio del abad o mayor centralización). Pero por varios influjos históricos se ha tendido a una cierta nivcelación. Ahora en 1Uuestra Orden parece requerirse, a mi juicio: 1) Mayor representatividad de los frai– les en el gobierno, a todos' los niveles: a) El Capítulo Conventuail necesita ser restaurado, compuesto de todos los frailes de cada co– munidad, para resolver o tratar los asuntos más importantes de cada una: fundamental para desarrollar en todos mayor espíritu de soUdaridad, colaboración, iniciativa y aun de comprensión y respeto por las opillliones ajenas. b) El Capitulo Provincial necesita ser renovado por una participación efecti– vamente más representativa de todas las fuerzas vivas de cada Provincia (los siste– mas pueden ser varios en concreto), y por una mayor ingerencia en la vida real de la misma (sometténdol,e los problemas más decisivos: de programació1n, de actividades, de regulación de la vida religiosa, etc.). c) E'l Capítulo General: 1dem con respecto a toda la Orden ... 2) Ejercicio menos autocrático de la autoridad: a) Con un ejercicio más colegial de la misma, pero de suerte que al mismo tiempo sea verdaderamente ,eficiente (inclu- 63

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