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el director espiritual y confesores de nues– tros colegios de enseñanza; b) los que con t,ales cargos u otros (profesores) puedan Lnfiltrarsé en otros colegLos; c) los confe– sores de niños en genera}; d) los directores de las •asociaciones juveniles; e) los reclu– ta.dores de vocaciones. Todos éstos necesitan criterios apropiados para la juventud del mundo actual, sobre todo en su aspecto religioso. Pues los jóvel1'es modernos tien– den a a]ejarse del mundo de los adultos, para vivir nuevas maravillosas vivencias; tiene,n peÜgro de ins,ensibilizarse a los valo– res religi.osos por el progreso social y el aumento del bienestar de que gozan, por los avances de la técnica, por la creciente radonaHzación d,e la práctica religiosa ya desde fa fo1fancia, por el p1urafüsmo reli– gioso y cultural que se desarrolla en todas partes. Pero los jóvenes de hoy tienen también •grandes valores de autenticidad, sinoeridac'l, etc. 2,) Cultivo de los gérm¡,.enes de vocación. Es'tos, una vez descubiertos, necesitan ade– cuada protección. A esto sirve 1 el seminario menor, o pre-noviciado en sentido amplío y especílfico de co1nservar la vocación fran– ciscana, dando cabida a muchachos que han terminado el bachil1era:to y aún mayores. Crit1erios para este cultivo: a) Crear clima d 1 e ambiente familiar auténtico y de piedad, aun en forma de internado; b) completar los estudios de bachillerato; c) procurar la madurez afectiva y general; d) examinar las aptitudes vocacionales aun con medios sicológicos; e) presentar el ideal francis– cano ... C) Formación franciscana. Propiamente dicha, a partir del noviciado. Se plantean un.a buena serie de problemas en cuanto a la eda;d y necesaria madur 1 ez sicológica (¿a fos 16-17 años, aprovechando la idea– lización de la adolescencia o más tarde, p.ej .des,purés de los estudios de la filoso– fía?) y en cuanto al modo de pres,entarles en esa edad el ideal franciscano de forma que lo pueda,n captar y a,similar debidamen– te. Seria necesario probar diversas expe– riencias; y tener en cuenta ciertas diferen– cias regionales. La educación debe teneI 1 en cuenta los crit,erios de la sicología evolutiva, y todas las indicaciones de los decretos pontificios. He aqu,i algunas: a) necesidad de educado• res aprtos, capacitados para dar una forma– cihn personal, co,n conocimiento de la vida y con •testimonio personal:; b) unidad de acción y responsabilidad en todos los edu– cadores; c) vida de familia como lo entien– de la moderna sicología; d) formación po– sitiva, abierta, humana (fas virtudes natu– rales "valoran" al ministro sagrado o reli– gioso), indivLdual, que fomente el espíritu de responsabilidad y de iniciativa; e) for– mación franciscana, a base del retorno a las fuentes. En cuanto a esta formación franciscana en particular, se pueden proponer estos avances para los criterios que deberán in– formarla: a) introducción práctica a la vida que se ha de llevar luego, haciendo vivir el ideal fra1nciscano, con cierta liberalización progresiva aunque sin quitar todo control; b) un1dad comunitaria, considerando al estu– diante como miembro vivo de la fraternLdad y manteniéndole en comunicación con toda e]la; c) unidad formativa para sacerdotes y laicos, respetando sólo las difirencias exi– gidas por la diversid&d de las tareas propias; d) vida de familia, iintroduciendo en las estru:cturas la:s modificaciones necesarias para crea•r au'ténti'co ambiente familiar; el formación francisoana como instrucción en la vida franciscana y como clima por la preocupación de vivirla rea·l:mente, teniendo muy en cuenta la educación a la i,niciativa espiritual personal, propia del francisca– nismo. El P. Romero concluye su ponencia su– giriendo, sobTe la base de esta exposi'ción, que se tenga un congr,eso de educadores francisca·nos, tras un trabajo previo de unos cuantos peritos qu:e prepiar,em. unos cues– tionarios que sirvan de hase de trabajo para el congreso. El diáilogo: Lo abre el P. Carlos Amigo, O.F.M., de la Provincia de Sa,ntiago, Ldo. en filosofía y si:cología, prof. en el coristado de su Pro– vincia. Encargado ahora de moderar este diálogo, empi-eeza por present,ar algunos pun– tos de una comunica'ción que tenia prepara– da sobre este tema y que no cree necesario prese,ntarla íntegra 'Porque las ideas prin– ctpalies las ha expuesto ya el ponente. 1) Problemas generales de educación. El 59

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