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tanto los franciscanos también podemos ensefi.ar a nuestro modo peculiar. Pero hay que dar prioridad a otros apostolados. -I,,a respuesta del P. ~,ovincial ha sido exacta: es ·sólo ,cuestión de prioridad. Aíntes del Concilio podia descutirse aun el principio; pero ya no después: el Decr. "PresbyteTorum Ordinis" admite expresamente la enseñanza y la investigación científica como aposto– lados sacerdotales. En est•e contexto se saca tam'bién sobre el tapete er problema de las revistas fran– ciscanas. El director de una de ellas eil quien 1o propone: -La única razón para justificarlas será la de divulgar el sentido franciscano de la vida (espíritu evangélico, pobreza, fraternidad ... ). Pero de hecho ninguna de nuestras actuales revistas de· Es.pafia cumple con es<to. ¿No se puede crear entre todas las ya existentes una que corresponda •a esta misión? Yo estoy dis– pµ•esto .a unir la mia con cualquiera que esté dispuesta a aceptar la unihn. -Le res– ponde el ponente: Entre los frailes existe siempre .gran peligro de sedentarizarnos e "instalarnos": en cualquie11 iniciativa (en nuestras clases, misiones ... ) damos un pri– mer arranque y luego nos paramos. Con la fusión de las revistas podría suceder también igual. Hasta ahora ha sido imposi– ble, pero es necesario crear una mentalidad en favor de la unificación de nuestras revis– tas; supondría economia de diner:o, de per– sonal etc. y un mejor rendimiento; Refirioodos-e a ra conveniencia o necesi– dad de centros o centro sup,erior de estudios franciscanos (teológicos, pastorales, de espi– ritualidad), uno de los congresistas ha su– gerido fuera de sesión, por escrito: "¿No conrv,endría dar unidad ~y por tanto mayor alcance y más eficacia- a los div,ersos cen– tros ya existentes en las diversas Ramas Franciscanas? ¿No podria pensarse en un centro teológico-pastoral-de espiritualidad, con los centros del Antonianum, Grottaferra– ta etc.?, uniéndose a ellos las diversas Ra– mas· Franciscanas?" 57