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én los que todos quedamos más incontrola– dos. La vida litúrgica b'ien llevada podria crear un clima de oración. -Pe•ro la vida litúrgica tiene el peligro de llevar a una piedad demasiado exterior. -Al contrario, si se participa bien e,n la Liturgia, ella misma le exige la interiorización de la oración. -¿So,n muchos los que de hecho quedan a orar por su cuenta después de una cele– bración litúrgica, aun después de la Misa con comunión? ... En medio de las disputas se ha querido también precisar la realidad actual, por di– fícil que sea tratándose de cosa en si tan intima. Uno ha expresado el parecer de que, cuando se ,plantea este problema, todos decimos que no hacemos meditación; pero lo decimos por pudor: en realidad se hace más meditación de lo que se dice. -Ot,ro sostiene el parecer contra•rio: Por mi ·expe– riencia (de mi y de otros) tengo que con– fesar sinceramente que de hecho se hace menos meditación de lo que se dice ... 10.-RASGOS ESENCIALES DEL APOSTO– LADO FRANCISCANO (en la sesión de clausura del Congreso, pág. 66) 11. Actualidad de la presencia franciscana en el apostolado En la tarde del dia 31 se ha podido pasar al examen de otra de las facetas fundamen– tales de la vida franciscana: el apostolado. Habiendo sido reservada para el acto de clausura la ponencia del P. Anasagasti, la tarde entera ha podido ser consagrada a la lección del M.R.P. DAVID DE AZEVE– DO, O.F.M., Min. Provincial de Portugal, Dtor. en Teologí,a por e] Ateneo Antoniano, ex-Prof. de Dogmática en su Provincia, miembro de la Oomisiáin General de la Pro– vinciales nombrada por la Congregación Ge– neral de 1963 para preparar un "P:romptua– rium" sobre vida regular y a,postolado. Ama- 50 blemente ha querido leer su lección tradu– cida del original portugués al español, con el título: "Actualidad de la presenc'ia fran– ciscana en el campo del apostolado". Gesto que 1os congresistas le ham agradecido sin– ceramente. La ponencia: Dejando el estudio de los fundamentos de nuest•ra vocación apostólica para la po– nencia del P. Anasagasti, el P. Azevedo estudia propiamente la adaptación de nuestro

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