BCCCAP00000000000000000001149

ideología defiende la dignidad de la persona. Esto no se opoine a la renuncia que hemos hecho de la propia voluntad. -Alguno acen– túa la idea: Del espíritu de fraternidad no se siguen dificultades, contra los votos. El · Concilio afirma que, donde se guarda la ,ca– ridad fraterna, se observa mejor la castidad; ¿por qué no también la obediencia? El idea] seria que el superior escuche y san• cione el parecer de la mayorla de sus súbditos aunque sea contrario al parecer del superior mismo. 3) Problema de clases. Hubiese sido grave laguna pasarlo por alto elll est,e tema. Por fin hay alguien que se levanta para plantearlo en toda su crudeza: ~Nuestra fraternidad es un instituto con una vocación común, con un quehacer común. Pero. de hecho en nuestra Orden se da demasiado relieve a lo sacerdotal, e irnsuficiente a lo religioso y franciscano. De aqui se sigue un grave defecto ~ c]asismo, acaso incons– cientemente: toda la preeminencia la lleva– mos los Padres, y los Hermanos cuentan sólo como coadjutores (como en los :insti– tutos propiamente clericales). Es hora de preguntarnos si no debemos abolir toda división que !IlO sea simplemente funcional por razón de los diversos ministerios: aun en orden a la formación en los Colegios Seráficos, Coristados ... Alguien reacciona preguntando, sorpren– dido, en qué consiste fundamentalmente la igualdad :religiosa. -Responde el mismo objetrunte: Que al menos exista un quehacer común, que no es precisamente lo sacerdotal. -Otro añade esta precisación: Hay dos clases de Ordenes reUgiosas según su fina– lidad: las que tienen como fin realizar una funci.ón o un servido (dominicos, jesuitas, hermanos de S. Juan de Dios ... ) ; y las que primariamente tienel!'l el fin de vivir un espídtu. De éstas es nuestra Orden. Entre nuestros. principios prácticos a vivir están la paternidad de Dios, la imitación de Cristo ano·nadado según Fil. 2, 7 ('''exi– nanivit") ... Esto es lo formal de todos los frailes. Y esto lo debemos vivir todos. Y por tanto hay que resaltarlo en nuestros Colegios, Semirnarios, etc. La diferencia de los Hermanos -nota otro-- no está tanto en nuestras leyes. PeTo sí en las circunstancias sociales en que hasta ahora han vivido dentro de los con- ventos. Ahora, en la reforma, hay qqe revalorsizarlos. Incluso permimiento qu~ puedan trabajar fuera en el oficio que saben, en vez de dedicarlos en el convento a cualquier otro ,servicio doméstico. Esto trq– p~ará con dificultades prácticas.. Pero .is preciso romper estas circunstancias ambien– tales. Aun a costa de vernos precisados a coger criados para casa. -Esto sorprenqe a algunos; alguien advierte que los servi– cios doméstfoos no son humil!Lantes, corno no lo s-on para la madre en una familia; que los Hermanos pueden tener una grande misión en los servicios internos de los con– ventos. . . -Pero ,el anterior prosigue rea– firmando su pensamiento: En la Regla de 1221 se supone que los frai1es podía.n prac– ticar cualquier ,oficio, menos algunos pocos expresamente excluidos. Hoy predsa supe– rar el ambient,e de que los Hermanos nece– sariamente están para nuestro servició. Porque también fuera del convento, realt• zando su propio oficio o ,en otras formas de apostolado laica!, pueden realizar una misi,ón particularmente urgente en la actua– llidad. Varios s,e muestran de acuerdo: -Una total igualdad de los Hermanos es funda– mental en la Regla; y hoy puede ser un testimonio y hasta un impacte. . . S. Fran– cisco nos enN'ió a dar testimonio haciendo cualquier oficio, ¡Muy bien esas sugeven– cias !, no so;n nada nuevas, sino de N. Padre mismo... -Un predicador de Misiones qui,ere que los Hermanos puedan colaborar en las Misiones: con la catequesis, con la música, etc.; ¡ahora que se hab]a hasta de diáconos casados! ... Se pasa a un asp,ecto particular, también muy debatido actualmente, cuando se lanza la pregunta: ¿Pueden los Hermanos 'seT nuestvos superiores? -Ein seguida uno se manifiesta en favor. -Otro obáeta pregun– tando: ¿Nuestra Orden es clerical o laica!? -Un. tercero responde escuetamente: "No clerical" (y con su· tono y todo su gesto indica claramente que con esto tampoco qute11e decir que sea laical). -Si.gue una alusión a la proporción numérica entre Padres y Herma,nos. -A 10· que se responde con esta explicación: Mientras en la Orden los clérigos seamos más numerosos y mejor formados, pvedominaremos de hecho. ¡Pero no debe ser por derecho! Más aun en esta 29

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz