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cindible explicar, como preliminares teoló• gicos, los caracteres de la Iglesia y de la vida religiosa en general, que él considera necesarios para determinar las particulari– dades del franciscantsmo. Bajo este aspec– to, cree ser particular mérito de este ,estudio el haber puesto de rerieve la aportación de la C01nfirmación (hoy aún demasiado igno– rada por los teólogos) par,a fundar la ver– cadera naturaleza de la vida religiosa, y la explicación teol6gica (insuficiente en el mismo ConciUo) de esta naturaleza de la vida religiosa. Esta parte teológ.ica absorbe en su mayor parte el tiempo destinado a esta 1ecci6n. B) En cuanto al franciscanismo como tal, el P. Alcántara expone ante todo el hecho en cua,nto vivido por S. Francisco: su imita.ción de Cristo con un evangelismo li– teral, a semej,anza de otros reformadores de su tiempo; su ideal de vida itinerante evan– gélica, como los apóstoles en su vida con Jesús; acentuacLón de los valores de la p·o· breza absoluta y de la humildad (que se interfi.er ,en continuamente). De aquí, la sim– plicidad y la alegría. Y de ahí también otras ace,ntuaciones fundamentales: la caridad; el apostolado como testimonio de vida y de oración; la síntesis original entr,e acción y contemplación; la asimilación a Cristo Cru– cificado (Llagas); el dominio sobre las cria– turas como camino hacia Dios; la imperfec– ción con que tradujo su vida en las leyes para la Orden. Luego busca la interpretación de los he– chos: ¿Cuál es el carisma de S. Francisco? Porque ciertamente su vida tuvo una fu,n. ción o una misión en la Iglesia. El carisma franciscano y fa misión eclesial del fran– ciscanismo -afirma el P. Alcántara en un esquema que me proporcionó después de la conferencia y que a continuación trans– cribo en gran parte literalmente- tienen un doble carácter: l9) Profético. Es el carisma principal. En S. Francisco se dan todos los elementos profüticos; teofanía, explicitada por revela· ción posterior; martirio; predominio del ges– to y del símbolo, y poca teoría; accesibilidad del lenguaje. Su profetismo presenta 3 as· pectas principales: a) Testifical: revelar a los hombres y a la Iglesia el misterio de Cristo y de Cristo Crucificado; revelar la presencia de Cristo en el mundo por el amor; hacer consdente al mundo del pecado especialmente en sus consecuencias de división y luchas predi– cando el bien y la paz; testim:miar que la actitud .cristiana es la de peregrinos y ex– tranjeros e,n este mundo; testificar que el Reino de Dios se construye y propaga con medLos humildes y pobres. b) Escatológico: testimoniar la nueva criatura por el dominio de sí y la positiva comprensión y ordenación de 13.s criaturas; presencializar la Jerusalén celeste y la Igle– sia mesiánica en la nueva sociedad de pau– pere,s fratres miinores (pobreza, humildad y amor). c) Renovador: difundir en la Iglesia la conciencia de su permanente necesidad de reforma; actuarla mediant,e 1a práctica y el ejemplo de la. pobreza, humildad, caridad y virtudes derivadas (simplicicad, apostola– do franciscano, alegría). 2°) Sacerdotal. Faceta cara a S. Buena– ventura, apenas intmída p-or Celano, olvida· da por muchos modernos. Tte,ne por fun– ción: a) Prolongar por la oración de adora– ción y acción de gracias la oración de Cristo. b) Mediante la práctica de las virtudes crucificantes (pobreza y humildad) y la mortificación expiar por los pecados de los hombres "cumpliendo en la propia carne lo que falta a los padecimientos de Cristo por su Ig]esia". El diálogo: A esta ponencia sigue un diálogo particu– larme,nte animado. La polémica se agita sobre varios problemas: 1) Se hacen varias criticas a la ponen– cia. Según uno, ha dejado la impresión de que en la teología sobre el franciscanismo todo está oscuro. ¡Tenemos los escritos de N. Padr•e, que apenas nos ha expuesto! El evangelismo que nos ha presentado es de– masiado pobre. Insist,e excesivamente en la diversidad entre las dos Vidas de Celano ... -Otro p•ide algún documento histórico nue– vo (no simples hipótesis!) sobre el pre– tendido cambio impuesto a S. Francisco entre la Regla de 1221 y la de 1223 ha– ciéndole renunciar a preceptos que le eran caros; y somete a cris•is la proyección de la vida religiosa presentada bajo u.n doble en- 17

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