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8 3) Resultados del Congreso Yo creo poder representar la impresión general de los congresistas afirmando que el Congreso constituyó un gran éxito. Por varias razones: 1•) Pór el número de los participantes: más de 60, en representación de todas las ProvLncias fran• ciscanas de España y de la de Portugal, con una nutrida representación también de PP. Capuchinos, algunos PP. Conventuales, un Padre de la T.O.R. y varios de la T.O.R. Capuchina; debemos destacar, por parte de nuestra Orden, la prese'Il– cia personal de los PP. Provinciales de Valencia y Portugal, y, por su significación particular, esta numerosa participació'Il de hermanos de las otras Ramas fran– ciscanas. 2•) Por la calidad de las ponencias presentadas, que, dentro de la bre– vedad impuesta por la premura del tiempo, lograron bien el objetivo fu,ndamental de presentar la problemática actual de la Orden en los respectivos temas y orientar hacia las posibles o necesarias soluciones. 3•) Por el interés, la franqueza y la seriedad con que se sostuviero'Il los diálogos después de cada ponencia: era éste uno de los finese del Congr,eso, para que de este careo de opiniones se pudiese lograr un retrato más realístico y ceincreto de los problemas que vivimos con mayor agudeza en la Orden y, eventualment,e, se marcasen las vías de solución. Es verdad que no hemos podido llegar, en muchos de los problemas debatidos, a un acuerdo entre todos; pero creo que todos hemos podido ver más claramente en qué términos deben plantearse exactamente algunos de nuestros problemas más fundamentales y qué posibles soluciones se nos presentan, con las ventajas y los inconvenientes o las alternativas a que dan lugar, y las tendencias que de hecho existen en la Orden. Esto, que en apariencia puede parecer un resu11:ado modesto, en realidad significa mucho en momentos de tainta confusión ideológica como los actuales (confusión de ideas que más de una vez podrá advertirse también en nuestros diálogos a través de este resumen). Pero es que además, aun en medio de los debates, hemos adquirido mayores convicciones sobre la grande actua– lidad del espíritu franciscano y, por tanto, sobre nuestra responsabilidad ante la Iglesiia y el mundo, por 11ealizar mejor una misión de máxima importancia y urgencia en el momento presente. Creo que de esta manera el Congreso ha respondido a las esperanzas que los Superiores habían depositado en él. Expresión máxima de estas esperanzas fue la carta que el Vicario Ge,neral de la Orden dirigió al P. Isidro Guerra, y que fue leída en el Congreso. E:s del 23 de diciembre y dice así: "Reverendo Padre: He leído con gusto el temario y los nombres de los ponentes del "Congreso sobre la Renovaeión de la Vida Franciscana a la luz del Concilio Vaticano II", que, organizado por S. R., se celebrará en Valencia, del 28 de diciembre de 1966 al 3 de enero de 1967. Importaint,e en sí por los temas y la colaboración de Re'l'igiosos de las varias ramas franciscanas, tiene también el Congreso singular valor de actualidad por la hora de empeños de adecuación y renovación en que se desarrolla. Compaginando en las ponencias, comunicaciones y sesiones de estudio la doc• trina del fra,nciscanismo auténtico con los principios fundamentales del c. VI de la Constitución "De Eeclesia", del Decreto ''Perfecta,e Caritatis" y de su comple– mentaria aplicación a la vida religiosa en las ''Normas", es de esperar que el Congreso contribuirá a esclarecer ventajosamente las exigencias de lo franciscano y lo eclesial en la renovadón intentada. Con mi viva complace111cia de ver fraternalmente enlazadas competencia y colaboración, envío a S. R. y a todos los congresistas especial bendición seráfica, prenda de gracia en el Señor. Fr. Constantino Koser, O.F.M. Vicario General de la Orden".