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Las constituciones capuchinas de 1536 325 Salvatore (n. 4, 135); Christo, nostro Redemptore (n. 5); Christo, Sancto de li sancti (n. 25); Christo, Re del celo et della terra (n. 69); Christo, Maestro de la vita (n. 110); Christo, spechio de ogni perfectione (n. 113); Christo, libro de la vitan. 116). A veces se encuentran aposiciones cualificadas: Christo, sapientissimo maestro (n. 15); Christo, Summo Sacerdote (n. 33); Christo, optimo Maestro (n. 42); Christo, nostro unico Maestro (n. 49); Christo, piissimo Salvatore (n. 95); Christo, nostro pietosissimo Signare (n. 95); Christo, summa Sapientia (n. 110); Christo, perfectissimo Maestro (n. 112). Entre las aposiciones dobles o múltiples subrayamos: Christo, Signare et Dio nostro (n. 3, 19); Christo, nostro Padre et Signare (n. 6); Christo, nostra luce, vía, verita et vita (n. 17). No faltan aposiciones mixtas (dobles, con alguna cualificación): Christo, summo Impera– tare et spechio senza macula (n. 81); Christo, nostro vero Padre et Pastare (n. 94). Todas estas expresiones relacionadas con Cristo manifiestan en los primeros capuchinos la profunda espiritualidad cristocéntrica de la que se hallan imbuídos, y reflejan la variopinta gama de atributos a él otorgados 43 • Al finalizar este estudio, dos ideas emergen a nuestra considera– ción: una, referida estrictamente al lenguaje de las constituciones de 1536; otra, a la espiritualidad en él contenida. Aun cuando en el texto legal se aprecian expresiones un tanto arcaicas, períodos gramaticalmente incorrectos, párrafos excesiva– mente prolongados, superposiciones de cláusulas subordinadas..., se debe afirmar, con todo, que sus autores demuestran una formación estilística y retórica no despreciable. De ahí, la abundancia de epíte– tos, sinónimos, aposiciones, figuras retóricas... A los legisladores de 1552 no parece correcto el lenguaje empleado por los de 1536; pero, en su afán de pulirlo y enmendarlo, caen en expresiones un tanto rebus– cadas; por ello, los posteriores tornan más bien a la trayectoria trazada por los de 1536 44 • Otro aspecto importante se deriva del lenguaje: el conocimiento más exacto de la espiritualidad, pues muestra con mayor claridad el 43 Véase nuestro trabajo Cristo y san Francisco en las constituciones capuchinas de 1536, en Laurentianum 24 (1983) 76-115. 44 Puede verse nuestro estudio Las constituciones capuchinas de 1552, en Laurentianum 21 (1980) 208, 243-248.

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