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Las constituciones capuchinas de 1536 323 molte volte destruge (n. 110); los religiosos imiten a Cristo, despre– zando las cosas temporales y anhelando las eternas (n. 151). c. Adjetivos calificativos En fin, no faltan algunos adjetivos calificativos, pocos, que tam– bién patentizan la tendencia del legislador a las contraposiciones. En el distribuir los aspirantes sus bienes a los pobres se podrá ver en parte el suo fervente o tepido spirito (n. 15); ninguna cosa es piu pretiosa que el tiempo, y ninguna es hoy considerada piu vile (n. 68); los superiores elijan piu presto che siano pochi et boni predi– catori, che molti et insufficienti (n. 11 O); no busquen los estudiantes el adquirir la inflativa scientia, ma la illuminativa et infiammante charita de Cristo (n. 123); esfuércense los frailes en enmendarse de sus defectos et cum le bone consuetudine vincere le cative (n. 127); desprecien queste cose visibile et temporale y anhelen siempre quelle che sonno celeste et eterne (n. 151). 3. Sinónimos Las constituciones de 1536 ofrecen también el fenómeno contrario al de las contraposiciones: el de los sinónimos. No es frecuente, y está distribuido entre los substantivos, verbos y adjetivos calificativos. Entre los substantivos subrayamos los siguientes: se acepta el testamento de san Francisco como glosa et expositione de la regla (n. 6); los vicarios provinciales prometan obediencia a li loro Diocesa– ni et Prelati ordinarii (n. 8); en la recepción y profesión de los aspi– rantes usen li madi et ceremonie empleados en la orden (n. 20); se debe hacer todo aquello que va en honore et gloria (n. 43, 141), en laude et gloria (n. 100, 109) del Señor, al cual sea sempiterna laude, honor, maiesta, e gloria (n. 152); se quiere integramente et plenariamente satisfacer a la intentione et mente del seráfico padre (n. 57); no tengan los religiosos persona alguna que, a su instantia, requisitione, petitio– ne, reciba dinero para ellos (n. 57); se exhorta a dirigir a Dios l'intenti et desiderii (n. 63); el superior debe amar al pecador col core, in verita (n. 95); nadie coma nada sin licentia et benedictione del prelado (n. 129); nadie vaya a misiones sin licentia et benedittione del vicario general o provincial (n. 143); reine entre los hermanos un core et una anima (n. 139); los violentos, es decir, los que se hacen forza et 1;iolen-

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