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Las constituciones capuchinas de 1536 311 communione et multa oratione (n. 20); vayan descalzos los religiosos, en señal de humildad y testimonio di poverta, mortificatione di sen– sualita et bono exemplo al proximo (n. 26). El capítulo tercero ofrece los siguientes ejemplos: al celebrar la santa misa no miren los sacerdotes al favore, o gloria humana, o vero a cosa alchuna temporale, sino al honor divino, con ogni humil reve– rentia, fede et devotione (n. 32); no se celebren funerales, para no ofender l'altissima poverta, la spiritual quiete et la tranquilla humilita (n. 38); dediquen los frailes más tiempo a las oraciones prívate et mentale, pues son más fructuosas que le vocale (n. 42); recen por el romano pontífice, para que realice todo aquello que redunde in honore et gloria de la sua divina Maesta, salute del populo christiano et con– versione de li infideli (n. 43); oren también per tutti li Reverendi Car– dinali, Episcopi et Prelati (n. 43); el silencio regular sea perpetuo in chiesia, in chiostro et in dormitorio (n. 45); los religiosos son specta– culo a Dio, alli angeli et allí homini (n. 49); es digna de alabanza l'abstinentia, austerita et rigidita (n. 50). En los capítulos cuarto, quinto y sexto señalamos los siguientes: no se tenga persona alguna que conserve o reciba pecunia a instantia, requisitione, petitione de los frailes (n. 57); san Francisco previó en sus hijos relajaciones por recibir legati, testamenti et superflue ely– mosine (n. 58); los religiosos procuren ser pobres, y así serán ricos de la divina gratia, et de le sancte virtu, et celestiale richeze (n. 59); elijan las cosas necesarias o útiles para llegar a Dios, como l'altissima poverta, la illibata castita, la humile obedientia (n. 64); habiten in pícale casipule, tugurii et umbraculi, pues debe existir gran diferencia entre los grandes palacios de los ricos y las pequeñas casas de los pobres mendici, peregrini et penitenti (n. 73); en los conventos, todo predique humilita, poverta, et disprezo del mundo (n. 74); no tomen conventos muy alejados da le cita, castelli et ville (n. 77); huyan de limosnas abundantes, allegadas per el favore di grandi, e per la fede di populi, et devotione del mundo (n. 84). En los capítulos séptimo y octavo hallamos parecidos ejemplos: el oficio de confesor, oltra la bona conscientia et sufficientia, ricerca etiam debita experientia (n. 90); acérquense los religiosos a comulgar, para aumento di lume, gratie et virtute (n. 91); nadie apele fuera de la orden, bajo pena di excommunicatione late sententie, et de lo carcere, et de essere scaciato de la Congregatione (n. 97); castiguen los vicarios a los religiosos pecadores, secundo la qualita deli excessi, humilita de

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