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Las constituciones capuchinas de 1536 303 poner la mente en alguna meditatione spirituale, en cuanto lo sufra la humana fragilita (n. 65); se debe seguir la pia mente del seraphyco Padre (n. 79); hay que evitar la superflua provisione humana (n. 82); san Francisco se despojó de sus vestidos para darlos a los pobres, llevado del violento impeto del divino amore (n. 85); recíbase a los huéspedes con humanitá christiana (n. 93); en el caso de religiosos pecadores, esfuércense los superiores en llevar sobre sus propias espaldas la persa pecorella al angelico ovile (n. 94); no deben emplear con ellos la rigida iusticia (n. 95), sino la charitativa discretione (n. 99); como testimonio de perfecta resignatione, los superiores cesantes de– pongan el sello correspondiente en manos de los definidores elegidos (n. 104); san Pablo predicaba la divina sapientia, cuando llegó a ser vi– ril christiano (n. 111); los predicadores busquen la salvación de las al– mas, redimidas con el preciosissimo sangue del immaculato Agnello, Christo I esu benedetto (n. 118); se dan normas, para que el ejercicio de la predicación no venga a menos, con grandissimo dispendio de le povere anime (n. 122); los superiores deben exhortar a la perfecta observantia de los preceptos y consejos evangélicos (n. 126) 39 • No infrecuentemente se acumulan adjetivos calificativos en un " mismo apartado. He aquí un ejemplo, entre los que podríamos aducir: « Et perche, secundo la evangelica doctrina, li christiani et maxime li poveri Frati di san Francesco, li quali in speciale hanno preso a sequitare Christo, summo Jmperatore et spechio senza ma– cula, per la via de l'altissima poverta, debbano pensare che'l loro celeste Padre sappi, possi et vogli governarli, et per tanto habi di loro special cura; pero, non como li gentili, li quali non credano la divina providentia, dobiano, con anxia et superflua soUicitudine, pro– curare queste cose del mundo, le quale el summo Dio, con larga mano, concede insino alli bruti animali. Ma come figli de lo eterno Padre, posta da canto ogni solicitudine carnale, debiamo in tutto pendere da quella divina liberalitate, et relaxarci ne la infinita sua bontade. Perho si ordina [...] » (n. 81) 40 • Las constituciones capuchinas contienen, pues, una gran gama de adjetivos calificativos simples, que enriquecen estilística y doctrinal– mente su contenido. "Otros ejemplos, en Const. 1536, n. 127, 128, 129, 132, 135, 137, 138. • 0 Otros ejemplos, en Const. 1536, n. 44, 91, 94.

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