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198 Elizondo más propias de otros contornos y permanecen las precisas, si nos atenemos a la regla franciscana 217 • Por ello, la prescripción sobre el número de religiosos por con– vento y la caridad que entre ellos debe reinar se remite al capítulo sexto, en el que se habla de esta virtud referida a los frailes 218 ; lo mismo sucede con otras ordenaciones, cuyo objeto es la pobreza en los utensilios usados en el culto divino 219 y la formación religioso– franciscana de los religiosos mediante la lectura de libros adecua– dos z20. El capítulo duodécimo queda, pues, reducido a los argumentos tratados en la regla: vocación misionera de la orden; protectorado de un cardenal de la iglesia romana; custodia de la fe católica. Como colofón de los estatutos, sin formar parte de la materia de este último apartado, se leen diversos puntos sobre el ámbito, obligación, observancia... de las constituciones 221 • La doctrina sobre la vocación misionera permanece substancial– mente idéntica a la propuesta en la legislación anterior 222 • Aparece después, como novedad absoluta, la prescripción sobre el cardenal protector 223 • Y, a continuación, se encuentra, en mejor orden, lo Cf. GREGORIUS XIII, Ubi gratiae, 13 junio 1575, en Magnum bullarium romanum, vol. IV, pars tertia, Graz 1965, 298s.; Decretum sacrae congregationis episcopo– rum et regularium, 4 octubre 1588 (ed. L. FERRARIS, OFMObs., Prompta biblio– theca, vol. 11, Matriti 1795, 349s. [ad v. Conventus, art. 111]). 217 Const. 1608, 53-57; Const. 1575, 94-100. 218 Const. 1608, 32s. (c.6); Const. 1575, 94 {c.12). 210 Const. 1608, 30s. (c.6); Const. 1575, 94s. (c.12). 220 Const. 1608, 22 (c.3); Const. 1575, 95 (c.12). 221 Los estatutos posteriores siguen la misma trayectoria (Const. 1643, 59-63; Const. 1909, n.210-223; Const. 1925, n.240-255). 222 Const. 1608, 53; Const. 1575, 95s. 223 « Et .accio che cercando di convertire altri all'Vbidienza della Sede Apo– stolica non ci scordiamo di noi medesimi, et per seguitare in questo la santa mente del nostro Padre tutto Catolico, il quale conoscendo quanto importi a tutti, massime a'Religiosi lo stare sempre soggetti al sommo Pontefice Vicario di Christo in Terra, et all'Apostolica Sede: Oltre l'hauere nel primo Capitolo della Regola promesso Vbidienza, e riuerenza al Signor Papa Honorio, et a'Suc– cessori suoi canonicamente intranti, et alla Chiesa Romana, volse aneo c'haues– simo vno de'Cardinali, per Signare; e nell'vltimo Capitolo, commando per santa Vbidienza a tutti i Ministri, che'l domandassero: Pero s'ordina, che occorrendo il bisogno il R. P. Procuratore dell'Ordine in nome del M. R. P. Generale, et di tutti gl'altri Ministri vada a'Piedi di S. B. et humilmente domandi vno de'Cardi– nali della santa Romana Chiesa per Protettore » {Const. 1608, 53s.). Las consti– tuciones posteriores recogen esta prescripción (Const. 1643, 59s.; Const. 1909, n.213; Const. 1925, n.243). Cf. MELCHIOR A POBLADURA, Historia generalis ordinis.. Pars prima, Romae 1947, 141-143.
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