BCCCAP00000000000000000001145

94 Elizondo el quale e constituito dal eterno Padre iudice, e legislatore, e salute de li homini, al quale el Spirito Sancto ha dato testimonianza, cosí como in lui sonno li nostri meriti, exempli de vivere, adiutorii, favori, e premii, cosi anchora in esso sía la nostra meditatione e imitatione, nel quale tutte le cose sono dolce, facile, legiere, suave, docte, sancte, e perfecte, el quale e lume et expectatione de le gente, fine de la lege, salutare de Dio, Patre del futuro seculo, speranza finalmente nostra, facto a noi da Dio sapientia et iusticia, sanctificatione et redemptione, el quale con el Padre et Spirito Sancto, coeterno, consubstantiale, coequale, et uno Dio, vive e regna, al quale sía sempiterna laude, honor, maiesta, e gloria, ne seculi di seculi. Amen (n. 152). SAN FRANCISCO, EN LAS CONSTITUCIONES DE 1536 Siguiendo la trayectoria que nos hemos trazado en el presente trabajo, nos adentramos ahora en el estudio sobre san Francisco. Y lo dividimos en estos apartados: 1) las intenciones del santo; 2) el seráfico padre, modelo del capuchino; 3) la regla, el testamento y las sentencias del fundador; 4) denominaciones de san Francisco. I. LAS INTENCIONES DE SAN FRANCISCO La referencia a las intenciones o deseos del santo patriarca es una de las constantes adoptadas por el texto legal antes de esta– blecer alguna norma concreta o de exhortar al cumplimiento de los ideales abrazados. Esta tendencia aparece ya desde el comienzo del mismo: las constituciones están redactadas para que los religiosos se defiendan de las relajaciones contrarias al ferventissimo et seraphyco zelo del Padre nostro san Francesco (Prólogo). No se admiten las interpre– taciones de la regla, que aparten su sentido de la voluntad de Cristo, el quale parlava in san Francesco (n. 5). Presten los frailes la debida reverencia a los sacerdotes, come fu volunta del nostro Padre (n. 9). Los candidatos a la orden, antes de ingresar y pudiéndolo

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz