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38 Elízondo ejemplo, en los siguientes argumentos: licitud de los viajes en fe– rrocarril 164 ; uso lícito de las cosas necesarias para la vida y el desempeño del oficio 165 ; normas en la construcción de conventos, en casos especiales 166 ; obligatoriedad de la vida común 167 ; confesión ante sacerdotes extraños a la orden 168 ; tiempo y vocales del capítulo provincial 169 ; exámenes quinquenales 170 ; delimitación de obedien– cias en orden a la predicación 171 ; uso particular de libros en casos espedales 172 ; prohibición de prestar, enajenar o destruir libros de las bibliotecas conventuales 173 ; licencias para imprimir libros y folletos 174 • Hay un argumento que merece consideración aparte: la figura jurídica del procurador general 175 • Tradicionalmente, este oficio ha tenido gran importancia dentrio de la estructuración de la orden capuchina. Los estatutos de 1643 advierten que el ministro general le concede la autoridad sobre algunas provincias; pero es elegido sólo para ejercer dicho cargo; en cuanto posible comisario depende de la voluntad de aquél, que le otorga mayores o menores faculta– des 176 • Clemente XII recuerda más explícitamente la potestad enco– mendada por costumbre al procurador, y ordena que dicha comisión la yerza colegialmente con los definidores en los negocios más ur– gentes y graves 177 • Benedicto XIV corrobora la decisión de su ante– cesor, delimita las provincias sobre las que el procurador tiene po– testad y clarifica la amplitud de sus facultades 178 • 164 Const. 1909, n. 80; Const. 1908, n. 197; Const. 1896, c. 3, n. 38, p. 38. 165 Const. 1909, n. 93; Const. 1908, n. 219; Const. 1896, c. 6, n. 2, p. 45. 166 Const. 1909, n. 101; Const. 1908, n. 236-238: Const. 1896, c. 6, n. 13, p. 50. 167 Const. 1909, n. 108; Const. 1908, n. 220-223; Const. 1896, c. 6, n. 3, p. 45s. 168 Const. 1909, n. 117: Const. 1908, n. 270; Const. 1896, c. 7, n. 3, p. 57. 169 Const. 1909, n. 137s.; Const. 1908, n. 296-298; Const. 1896, c. 8, n. 12, p. 62s. 17 º Const. 1909, n. 181; Const. 1908, n. 428; Const. 1896, c. 9, n. 20, p. 80. 171 Const. 1909, n. 183; Const. 1908, n. 430. 432; Const. 1896, c. 9, n. 27, p. 83. 172 Const. 1909, n. 189; Const. 1908, n. 447; Const. 1896, c. 9, n. 30, p. 84. 173 Const. 1909, n. 190; Const. 1908, n. 449; Const. 1896, c. 9, n. 33, p. 85. 174 Const. 1909, n. 191; Const. 1908, n. 451-454; Const. 1896, c. 9, n. 34, p. 85s. 175 Cf. VENANTIUS A LISLE-EN-RIGAULT, OFMCap., Monumenta ad constitutiones Romae 1916, p. 453-459; Lexicon capuccinum, Romae 1951, col. 1408-1411; MELCHIOR APoBLADURA, OFMCap., Historia genera/is ordinis, pars tertia, Romae 1951, p.168-171. 176 Const. 1643, p. 44. 177 CLEMENS XII, Pastoris officii, 5 mayo 1733, en MICHAEL A TUGIO, OFMCap., Bullarium ordinis ff. minorum S. P. Francisci capucinorum, vol. I, Romae 1740, p. 191-193. 178 BENEDICTUS XIV, Suprema apostolicae, 28 noviembre 1755, en PETRUS DA– MIANI A MÜNSTER, OFMCap., Bullarium ordinis ff. minorum S. P. Francisci ca– pucinorum, vol. VIII, Oeníponte 1883, p. 244-247.

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