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276 Elizondo Respecto de los utensilios sagrados, por ejemplo, se dice: 1536 « Et se habiano doi piccoli cali– ci, uno di stagno et l'altro con la sola coppa de argento; et non se habbia piu de tre poveri paramen– ti, senza oro, argento, velluto o seta, o altra preciosita, overo curio– sita, ma con grande mundicia » (n. 140) 158 • 1575 « Et si habbino communemente due Calici con la coppa d'argento con le loro patene ben indorate, et non si habbino piu calici, o pa– ramenti di quello che richiede la necessita di luoghi: Ne i paramen– ti, et panni d'altare non si usi, oro, o argento, o altre curiosita, o pre– tiosita secondo la Clementina, et ogni cosa sia netta, et monda, et specialmente, i paramenti sacerdo– tali » (n. 138) 159 • Por otra parte, la normativa de 1575 organiza mejor la ma– teria, pues en la de 1536 y 1552 se habla del culto divino y pobreza en los números 140, 142 y 144, incrustándose entre ellos las pres– cripciones sobre la suplencia en caso de lagunas de derecho (n. 141) y sobre la vocación misionera de la orden (n. 143). La legislación de 1575, con mejor acuerdo, trata primero de todo lo referente al culto divino y pobreza (n. 138-140a) 160 , prosigue con el argumento de la vocación misionera (n. 140b) y termina con el párrafo sobre la suplencia jurídica (n. 141). En fin, nuestra redacción, aparte de clarificar ampliando al– gunos puntos de las anteriores 16 1, añaden directrices concretas, para que no se reciba objetos de material precioso, excepto algunos uten- 158 Las constituciones de 552 proponen: « Et si habbiano communemente duoi piccoli calici, al piu con la coppa d'argento; ne si habbiano piu di tre poveri paramenti, con le fimbrie senza oro, argento, o seta, o altra pretiosita o curiosita, ma con rnolta munditia » (Const. 1552, n. 140). 159 Cf. CLEMENS V, Evivi de paradiso, 6 mayo 1312, a. 16, p. 254s. (ed. Sera– phicae legislationis textus originales, Ad Claras Aquas 1897). 160 El n. 139 está formado por parte de los números 144 y 140 de los textos de 1536-1552, más algunas novedades. 161 Para conocer el espíritu de san Francisco no sólo se han de leer las Florecillas, el Libro de las conformidades y otras obras que hablen de él (Const. 1536 y 1552, n. 142), sino también libros sobre sus compañeros (Const. 1575, n. 140, p. 95).