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656 MIGUEL ERBURU 3) Desgraciadamente, Nicolás IU no determina con claridad qué verbos o palabras importan obligación bajo precepto o prohibición y, menos todavía, cuáles son los términos equivalentes a precepto o prohibición. Este defecto de concretización impidió que la constitución decretal Exiit qui seminat llevara la serenidad y la paz a las conciencias y ánimos de los hijos del seráfico Padre; y, un tercio de siglo más tarde, se hizo necesaria una nueva intervención pontificia que subsanara el defecto de dicha constitución decretal: fue la clementina Exivi de paradiso de Clemente V. 2. Principios afirmados por Clemente V Según indicamos más arriba, la clementina Exivi de paradiso puede considerarse como el complemento y concretización de su gemela Exiit qui seminat. Siendo así, es de presumir que ambas coincidirán plenamente en los principios, aunque cada una los formule según su propio estilo. Clemente V los propone como sigue: a) Por voluntad del santo Fundador, los hermanos menores no están obligados {bajo precepto) a la observancia de todo el evangelio: consejos, amonestaciones, preceptos... : « Fuit haesitatum, an fratres eiusdem Ordinis ad omnía t,am praecepta quam consilia Evangelii ex professione suae Regulae teneantur... Nos... dictae haesitationi duximus respondendum quod... vovens Regulam non potest dici teneri ex vi voti huius ad ea consílía evangelica quae in Regula non ponuntur. Et quidem B. Francisci conditoris Reguale haec probatur fuisse intentio, ex hoc quod quaedam evangelica consilia in Regula posuit, aliis prae– termissis » 16 • b) En virtud de la regla profesada los hermanos menores no están obligados {bajo precepto) sólo a la guarda de los tres votos: « Declaramus et dicimus quod dicti Fratres non solum ad ílla tria vota nude et absolute accepta ex professione suae Regulae obligantur, sed etiam tenentur ad omnia ea implenda, quae sint pertinentia ad haec tria praedicta quae Regula ipsa ponit » 17 • 16 CtEMENS PP. V, Const. decret. Exivi de paradiso diei 6 mai 1312, en Seraphicae legislatíonís textus originales, p. 233 s. 17 Ibídem, p. 234. Clemente V apoya esta declaración en el siguiente razonamiento: « Nam si