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696 MIGUEL ERBURU su contenido y valor preceptivo, con el fin de discernir prácticamente la gravedad de las leyes y preceptos. 5) Algunos moralistas postridentinos, apoyándose en la clementina Exivi de paradiso, tratan de concluir que las prescripciones regulares o canónicas formuladas en términos no preceptivos, ni inhibitorios, ni equipolentes, de suyo no importan obligación alguna en conciencia. Pero Clemente V ,enseña únicamente que no poseen valor de precepto, es decir, que no importan obligación sub mortali. 6) Los teólogos postridentinos poco a poco se van independizando de la constitución clementina Exivi de paradiso para terminar ense– ñando que los verbos preceptivos, inhibitorios y equipolentes - incluso el verbo praeicipio - no significan e importan ex vi verbi obligación sub mortali, sino que en teoría y en la práctica son igualmente aptos para imponer obligación sub veniali y, en opinión de Domingo Viva, aun puramente penal. RECAPITULACION Y SINTESIS FINAL Tal como lo acabamos de exponer y demonstrar, la actitud de los teólogos y moralistas postridentinos no coincide ciertamente con la que adoptaron los teólogos y sumistas medievales ante la constitución Exivi de paradiso de Clemente V. Esta divergencia entre teólogos me– dievales y postridentinos nos invita, antes de concluir nuestro estudio, a examinar las razones de este fenómeno para juzgarlo y valorarlo debidamente. En primer lugar, hay que reconocer que los principios y criterios contenidos en la constitución clementina representan no solamente el pensamiento de Clemente V y la doctrina del Corpus Iuris Canonici, sino, más aún, la enseñanza del concilio ecuménico de Vienne (1311- 1312), por más que no se debe pensar que se trate de ninguna defi– nición dogmática. Ahora bien; hasta principios del siglo XVI los teólogos y sumistas están plenamente de acuerdo con el contenido práctico y doctrinal de la célebre constitución clementina; no así, los teólogos posteriores, particularmente los postridentinos. Esto demuestra que existe cierta contradicción, real o aparente, entre los teólogos y sumistas medievales y los teólogos y moralistas de la edad moderna. Por otra parte, afirmar que la enseñanza de los teólogos modernos es la

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