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52 Saturnino Ara respetar y conceder que sea el laico, hombre o mujer, el verdadero promotor y animador de la comunidad religiosa. Es una lástima y ha sido una ocasión preciosa, perdda, lo escri– bimos con el debido respeto, que la Iglesia v. gr. mediante un Sínodo de Obispos, no haya estudiado la vocación y misión del laico consa– grado, que merece un tratamiento muy singular y deferente. Se po– drían haber iluminado otras tantas cuestiones que giran en torno a los derechos de los laicos en la Iglesia y en la vida religiosa. Han sido los mismos religiosos quienes no han puesto oportu– namente un mayor entusiasmo en el estudio eclesial de la vocación y misión del laico consagrado. En parte, porque fueron los primeros que quedaron atrapados ante el señuelo de un Sínodo y un docu– mento sobre los laicos, que en realidad se ha preocupado de los fieies conocidos como seglares. Confundían la misión secular con la misión propia del consagrado mediante la profesión de los votos religiosos. Se vivía, a nivel de determinados institutos, días y mo– mentos de tensión, en razón del precepto del canon 588, recordado por los organismos romanos pertinentes, que pedían la clarificación o pronunciamiento en el texto de las Constituciones de una vision de los respectivos institutos como institutos clericales. Traigo a memoria un hecho bien conocido. La citada reunión XXXI o A.samblea de la Unión de Superiores Generales, tenida en Villa Cavalletti, 22 al 25 de mayo de 1985, previa al Sínodo de los obispos sobre los laicos, fué dedicada al estudio de los Hermanos laicos en los institutos religiosos, pero orientó sus trabajos casi exclusiva– mente al tema normativo y jurídico, y consiguientemente no tanto espiritual, de la situación de los laicos en los institutos clericales y más en concreto, la posibilidad de acceso de los mismos al cargo de superior. Se podrían traer, aquí, a recuento, no lo hacemos por discreción, encuentros y publicaciones en los que aplican a la vida de los laicos consagrados los dictados y consideraciones del Sínodo de Obispos del año 1987 y la Exhortación Apostólica sobre « Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo ». l.2.3. La identidad de los religiosos laicos en la Iglesia y propio instituto La constatación de un descenso o cns1s en el número de Her– manos laicos en los institutos laicales masculinos y también en los
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