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Los institutos clericales y laicales: canon 588 49 l.2.l. El respeto de los d,e,rechos del hombre Se trata de una avance que se constata a todos los nive1es y en todos los ambientes, y que se áprecia en todas las escalas de la socie– dad, donde se lucha por la igualdad, se aspira a la participación y se desea compartir la res?onsabilidad en el poder o decisión. El hombre moderno considera vulnerado su derecho inalienable a responsabilizarse en la dirección de la sociedad, cuando no se le garantiza la igualdad de oportunidades para poder participar en el poder, concretamente en la decisión. Lógicamente, dentro de la sociedad Iglesia se ha suscitado tam– bién una cierta susceptóilidad ante la mera posibilidad de falta de respeto de los derechos del cristiano, y, más en particular, ante la posible exclusión de la participacion en las responsabilidades del gobierno de la Iglesia. Nos movemos dentro de un contexto socio-político de afinada sensibilidad. La reaccióc aparece explicable frente a los abusos del pasado. Evolución normal y progresiva, quizás retardada, que no acertaba a arrancarse de un contexto cultural que había creado y cultivado la imagen del superior y autoridad, como representante de Dios en la tierra, y excluía, con la mayor naturalidad, a los demás humanos de la partici?ación del poder. Habrá que sentir sonroJo, como humanos, de una actitud que po– dríamos definir pasiva. Y como cristianos, por haber aceptado, sin reaccion y sin empeño de creatividad, las formulas ofrecidas por el contexto del momento y por la cultura reflejada en los libros sagrados. Pero habrá que mostrarse muy sagaces y sensatos a la hora cl!e trasla– dar y aplicar al Misterio-Iglesia las características de la sociedad o Institución civil, cuyas notas negativas de un pasado tratamos de olvidar, borrar y superar. Nuestra sociedad reivindica el respeto a los derechos del hombre. La Iglesia, en cuanto Misterio, ofrece dones y gracias de carácter espiritual, y en cuanto Institución piensa en una estructuración o dinámica organizativa del grupo, que no la asimile a las asociaciones humanas 39 • Entre esos derechos reivindicados destaca el de la po- 39 De la dificultad que representaría una Iglesia organizada y asimilada a una sociedad civil, la regulación del conjunto de derechos y deberes que nacen de la condición de fiel, etc., puede darnos ídea la polémica que, en su día, suscitó el proyecto de Ley Fundamental de la Iglesia. Véase LEGAUT M., Creer en la

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