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46 Saturnino Ara · La lectura que algunas personas suelen hacer del Código, en contra de su proclamación de antilegalismo, resulta, muchas veces estructu– ral y puramente juridicista, porque, en general, carecen de aquella base y preparación suficiente para una interpretación que no sea la casuística. El derecho por su parte, se significa, hoy como siempre, por un empeño de acompañar a la vida. Mira al pasado, para aprender de su experiencia y trata de no romper fácilmente con una valoración posi– tiva. Tiene puesta su mirada en una actualidad que cada día se hace futuro, conforme se acomoda al ritmo de la vida. Ese presente o actualidad, que es más futuro que pasado, al cual trata de superar, requiere originalidad, creatívidad y riesgo en la proclamación de nuevas estructuras. La figura de la prelatura personal, es, a nuestro criterio, una de esas innovacions creadoras, beneficiosas para la Iglesia, fruto de una presencia del Espíritu y de una sabia actuación del hombre de fe, competente al mismo tiempo en técnicas organizativas de grupo, conocedor de los riesgos del centralismo burocrático y servidor de la unidad, representada en el Vicario de Cristo, Cabeza Visible de la Iglesia Universal. Cuando escribimos estas líneas tenemos presente la existencia de la Prelatura personal del Opus Dei y sociedad sacerdotal de la Santa Cruz 34 , pero nuestra mira se extiende más lejos. Vemos y pensa– mos en los diversos grupos eclesiales que, en su día, pueden encon– trar el apoyo a su eficacia apostólica, la garantía a su fidelidad a la Iglesia universal y particular, la defensa de su peculiaridad de grupo en esta estructura, reconocida y regulada por un Código, abierto a la descentralización, respetuoso de la particularidad y garante de una metalidad que apuesta por la autodeterminación y autoidentificación o simplemente por la autonomía, como expresión de un mejor y más destacado servicio a la unidad. Los autores escritores eclesiásticos, de forma particular los histo– riadores, suelen ser pródigos en las alabanzas de un pasado que no sólo permitió sino que favoreció los pasos de un eremitismo, desco– nectado de la vida eclesial, a un monaquismo integrado en la comu- 34 El Opus Dei como prelatura personal aparece descrito y con detalle en la obra de RoccA G., « L'Opus Dei». Appunti e documento per una storia. Roma 1985. En la página 103, la .nota 184 ofrece. abundante bibliografía sobre el Opus Dei como prelatura personal.

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