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38 -- Saturnino Ara -- orígenes del franciscanismo, donde casualmente Francisco de Asís, y su -compañeros aparecen recibiendo la tonsura 11 , para aquel tiempo un estilo clerical: Se delegan facultades para predicar 18 • Hecho histó– rico y anecdótico es también el de las abadesas y diaconisas con jurisdicción, frecuente en el Medio Evo. · No cabe duda que la solución al problema de la naturaleza y origen de la potestad de jurisdicción y participación en la misma por los laicos puede tener una incidencia particular en la vida reli– giosa. La vida religiosa en sus primeros origenes, tiene una procedencia que suele denominarse laical. Los primeros « religiosos » fueron cier– tamente- fieles generalmente laicos, ansiosos de una mayor fidelidad a Cristo. Esto les llevaba a reunirse en torno a una Maestro. Los sacer– dotes se constituyeron, con posterioridad en fundadores de institutos religoisos masculinos y femeninos animados también de un deseo de mayor fidelidad· a Cristo y de mejor servicio a la Iglesia. La Iglesia ha admitido siempre la existencia de grupos o insti– tutos laicales y clericales. Al afirmar que el « estado de vida consagra– da, por su naturaleza, no es clerical ni laical » (CIC 588,1), el Código de Derecho Canónico ha querido reconocer esta realidad, dejando espacio a las posibilidades que el Espíritu de Dios sugiere para hacer frente a las necesidades del apostolado» 19 • A la vista de lo dispuesto en el canon 588, algunos se preguntan si el nuevo Código de Derecho Canónico, con esta y otras disposi– ciones, tal vez, favorece la vida religiosa clerical y margina la laical. No parece que haya mayor dificultad en admitir que trata, por igual, - 17 « Obtenida esta concesión, el bienaventurado Frla!,ncisco dió gracias a Dios y, puesto de rodillas, prometió humilde y devotamente al señor papa obediencia y reverencia. Los otros hermanos prometieron obediencia y reverencia al biena– venturado Francisco, como lo había mandado el señor papa. Recibieron la bendición del sumo pontifice, visitaron los sepulcros de los apóstoles, y, por diligencias de .dicho cardenal, les fué conferida la tonsura al bienaventurado Franci.sco y a los otro once hermanos, para que todos ellos, los doce, fueran clérigos», Leyenda de los tres Compañeros, 52, en SAN FRANCISCO DE Asrs, Escritos. Bibliografía, Documentos, BAC, Madrid 1978, pag. 559. 18 2 Regla, cap, IX. 19 JUAN. PABLO 11, « profundizad en la raíz bautismal de la vida religiosa, Alocución a la Asamblea plenaria de la Congregación para religiosos e institutos ,eculares, 24 de enero de 1986, en Ecclesia, num. 2259, 8 y 15 de marzo de 1986, pag. 53 (357).

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