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Fraternidad o régimen de los capuchinos 477 riores y a la ayuda prestada por los consejeros o definidores; concreta– mente, hacemos notar que el consejo no tiene sentido sin el superior mayor o menor. Por ello resultan inexplicables expresiones como la si– guiente: con el voto del Consejo o Definitorio, en el cual siempre entra el superior. Lo más correcto será decir: con el voto de los consejeros o de– finidores, al igual que en otros momentos se habla v.gr. de oir al ministro provincial y a sus consejeros. La autoridad en los institutos religiosos ni procede ni proviene de sus miembros, sino de Dios, mediante el ministerio de la Iglesia. Mas los superiores no ejercitan este servicio de autoridad por si solos. Todos y cada uno de los superiores tiene que estar asistidos de un consejo, cuyos componentes colaboran con el superior, según lo establecido en el dere– cho propio y a tenor de lo que dispone el canon 627. Los consejeros, pues, no ejercitan autoridad alguna ex officio, como los superiores, sino que colaboran con éstos, mediante el voto consultivo o deliberativo. Es necesario tener las ideas bien claras a este respecto 52 • El definitorio es un consejo del superior y con él coopera a la animación espiritual y go– bierno del instituto a escala general, provincial y similares y local 53 . Asuntos del capítulo general La constitución 119 se abre con el tema de la competencia del Capítulo general. Señala en el punto primero los asuntos a tratar. Dice este punto 1: En el Capítulo, trátense los asuntos referentes a la conservación y renova– ción de nuestra forma de vida y al incremento de la actividad apostólica. La constitución 116, 1 se introduce en el tema del Capítulo general y lo hace, limitándose a señalar que éste ostenta la autoridad suprema, ex- 52 Una denuncia de esta «realidad» de imprecisión de ideas, por cierto denuncia bien ac– tual, la encontramos en la Relación al Capítulo general ordinario electivo, LXXXI, de los Ca– puchinos. Es hecha por el ministro general saliente Flavio Roberto Carraro. Expone su pensamiento sobre el servicio de los definidores. Interesante, a la vez que «novedoso», cuanto se dice sobre el servicio del ministro general. Se incluye la desconcertante propuesta de consti– tuir la curia general, tal vez se quiere decir casa general, en una custodia... Véase AO 11 O (1994) 335. Pag. 333s.: II servizio del Ministro generale. Pag. 336s.: 11 servizio dei definitori generali. 53 Sobre el consejo e definitorio, órgano técnico, instrumento de animacaión, etc., veáse ARA, S. La organización administrativa en la vida religiosa capuchina, en Estudios Francis– canos 69 (1968) 69-109.
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