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286 FIDEL AIZPURUA. en el Salterio z,_ Toda la oración de Israel está transi-da por ese estar volcado al pobre. Sin embargo, habrá que decir que, precisamente por estar .en el molde orante, aunque Israel diera a su orar una densidad histó– rica mucho más notable que la nuestra, la oración sálmica se cons– ti~uye en un amparo para sobrevivir en condicione8: de duro sufri– miento. En esa oración encuentra el creyente la posibilidad de no quebrarse ante el peso enorme de las circunstancias adversas. Así se mantiene virva la confianza. Ejemplo notable es el Sal 21 que, partiendo de una situación de postración enorme y detallada, llega a la más viva luz de la confianza a la que se puede llegar 28 con resonancias amplísimas y duraderas 28 • No obstante lo ;dfoho, la realidad social de la pobreza, sus causas y consecuencias, los interrogantes turbadores y el ,discerni– miento duro no entran en la perspectiva del mundo sálmico. Es otra clase de experiencia vital. d) «Con los pobres de la tierra» 30 ( profe,tas) Quizá sea el profetismo quien, dentro del AT, se esfuerce por dar un salto oualitatirvo en el intento de un enfoque nuevo sobre la pobreza. El profeti81Do es algo del todo soldado a la vida, una ccmezcla de elevación y encarnación en lo con~reto» 31 • Por eso, no es de extrañar que todos los ámbitos del hecho social han caído bajo su punto de mira : los pobres perjudicados por el dinamismo del dinero opresor 32 ; el culto vacío de justicia, verdadero veneno para la vida del pueblo 33 ; el cccanibalismo» de. las clases opreso- 27 Cf. O. ÜDELAIN - R. SÉGUINEAU, Concordance de la Bible. Les Psaumes, Paris 1980,. pp. 161-162.. 28 Ver el hermoso comentario al Sal 22 de L. BEAUCHAMP, Los salmos noche y día, Madrid 1981, pp. 217-251. 29 Cf. L. ALONSO - ScHOKEL, Salmos 1, Estella 1992, p. 379., . 30 Así titula J. L. SICRE su estudio sobre La justicia social en lo~ profetas de Israel, Madrid 1984 tomando este epígrafe de alguna canción caribeña. 31 Cf. A. TORRES QuEIRUGA, La revelación de Dios en la · i-ealfación del "hombre, Madrid 1987, p. 69. 32 Cf. Am 2,6.7; 4,1; 5,12; 8,4-6; Ver J. L. S1CRE, · Los dioses olvidados. Poder y riqueza en los profetas preexílicos, Madrid 1979, pp. 115-116. 33 Cf. Is 1,11-17.

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