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282 FIDEL AIZPURUA «seguro» de las escatologías últimas de las que uno tiene seguridad que nunca llegan a ser reales 3 • Más aún, somos conscientes que hablar de la pobreza desde una situación global de abundancia no deja de ser, además de con– tradictorio, un baldón más que hacemos a los pobres. Mientras los recursos sigan repartidos de modo tan dramáticamente injusto 4, nuestra reflexión sobre la pobreza Heva la marca de la vergüenza, y eso mismo nos hará ser más cautos y moderados. Por otra parte, para tratar el tema ,de la 'pobreza desde <mal– quiera ,de sus perspectivas, hay que ser conscientes del cambio radi– cal que en nuestros días ha supuesto el ,paso de una comrprens,ión de la pobreza como sufrimiento a una comprensión de la pobreza como escándalo 5 • En esa ,distinción se encierran un sinnúmero de luchas, cruentas o no, una infinida,d de aspiraciones y anhelos que pueden ser considerados justamente como el ver,dadero motor de la historia. Precisamente, y ésta es otra nueva sobre el tema, al ser cons– cientes ,del escándalo ,que es la situación de pobreza en la que se hallan instaladas capas cada vez más amplias de la sociedad, el diálogo sobre la pobreza va siendo un diálogo público. Las caracte– rísticas vergonzantes y privadas de lo pobre han pasado a ser tema de congresos y debates en los foros más influyentes del mundo. Esto, ,que a veces no deja de ser todavía algo de dudoso carácter benéfico 6 • De todos modos, creemos que al tema de la pobreza le va lo público como ámbito terapéutico más propio. El ,debate sobre la pobreza parece que ha de ser un diálogo interactivo e intercontiuental. Interactivo porque se entremezclan en él un sinnúme,ro de coordenadas sociales, religiosas, políticas, 3 Cf. J. B. METZ, La fe, en la historia y en la sociedad, Madrid 1979, pp. 187-188. 4 El comercio de grano, a nivel mundial, por ejemplo, está en manos de diez conglomerados transnacionales, Cf. P. CASALDALIGA, op. cit., p. 6. 5 A. ToRRES QuEIRUGA, Opción por los pobres: la justicia del Dios cristiano, Madrid 1988, p. 12. 6 Recuérdese, por ejemplo, la cumbre de primeras damas en Ginebra en febrero de 1992 para tratar el tema, de la mujer en el ámbito rural. No deja de ser algo bienintencionado pero de dudosa el'icacia.

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