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296 FIDEL AIZPURUA que le han constreñido. Incluso, por soñar que no quede, se puede pensar en una Iglesia que vaya apostando realmente por los pobres con la misma convicción y esperanza con la que apuesta por una nueva sociedad 56 • 5. LA UTOPIA DE UN MUNDO HUMANO Así titulaba el diario EGIN una colaboración de P. Casaldáli– ga 57 • Allí se hace una apuesta firme por la utopía de lo humano en un persistente y difícil mundo de inhumanidad estructural y fáctica que acorrala sin piedad al más soñador. «Socializar el Uni– verso entero será el único modo de salvar para todos la Esperanza; el único nuevo orden mundial válido para salvar el Universo y en él la Vida. (El nuevo orden mundial, ese que los señores propo– nen sabemos, de antemano, que es un nuevo mayor desorden mun– dial)>> 58 • Esta fe en la utopía diariamente vivida es caldo de cultivo necesario para entender la pobreza como lugar de encuentro y de transformación social. 6. Tonos SALDREMOS GANANDO Acostumbrados a una sociedad organizada en torno al disfrute de los ganadores y a la rabia forzosamente tragada de los perde– dores, no podemos imaginar un tipo de vida en el que todos vayan ganando y sean cada vez menos los que pierden. Nos parece una fantasía infantil. Sin embargo, el indomable empeño de todos los que, en poco o en mucho, han creído en esto y siguen creyendo hoy, es semilla fecunda de la verdad de que la aventura de la vida puede hacerse desde la solidaridad y la igualdad y que nadie que– da exento de este banquete de futuro en el que cada día crece más la convicción de que todos saldremos ganando. FIDEL AIZPURUA Laguna de Cameros 1992. 56 G. MuGICA, Apuesto por una Iglesia otra, en <cHikaii n. 0 16 (1992). 57 EGIN, 15 de enero de 1992. 58 !bid.
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