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LA POBREZA ¿MALDICION O LUGAR DE ENCUENTRO? 289 no viene de ninguna parte, no se despoja de ninguna prerrogativa. Y, además, da el sentido exacto de la opción de Jesús: acertó del todo enfocando su vida desde la reestructuración del fondo de lo humano por la absoluta solidarida,d con el fondo herido de la historia. * Mt 21,31: Este texto, exclusivo de Mt, aunque menor y de muy distinto cariz, lo tomamos por lo estridente y revelador de la clara toma de postura de Jesús por un sector social en contra de otros sectores. Efectivamente, el sentido exclusivo y no comrparativo de la expresión «os a,delantam) 44 indica con claridad que, según Jesús, el acceso al reino es exclusivo de aquellos marcados por las lacras sociales de su propia limitación, mientras les está vedado a todos los estamentos opresores 45 • * Mt 5,3 : Este socorrido y deformado programa de las biena– venturanzas adquiere otro sentido cuando se lo lee desde perspec– tivas más seculares. La expresión «pobre en espíritu)) indica un acto interior del hombre que toca a la voluntad 48 • Se va poniendo uno del lado de los pobres por propia decisión, va creando dentro una estructura personal de pobre que le lleva a la más evidente y mecánica solidaridad con aquellos a los que ha unido su vida. Dichosos los que van optando libremente por estructurar su perso– na y su vida desde la perspectiva del mar,ginado social, porque ése entenderá lo que significa vivir con el amparo de Dios (tener a Dios por rey). Quizá por ahí vayan los entramados más verdaderos de este programa básico de Jesús. Todo lo dicho Eobre Jes.ús quizá resulte excesivamente escolar. Seguro que Jes,Ús vivió su solidaridad con los pobres con esa es– pontaneidad de vida propia de a,quellos que han llegado a entrever el valor real de la persona más allá de lo distorsionante de una existencia hedda 47 • 44 Cf. P. BoNNARD, Evangelio según san Mateo, Madrid 1976, p. 465. 45 El presente texto se halla en un polémico contexto de oposición de los dirigentes judíos a Jesús. 46 Cf. J. MATEOS, Nuevo Testamento, Madrid 1987, p. 61. 47 Leer el refrescante cap. 11 de la obra de G-. THEISSEN, La sombra del Galileo. LaS¡ investigaciones históricas sobre Jesús traducidas a un relato, Sala– manca 1986, pp. 139-153.

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