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440 FrnEL A1zPuRúA DoNAZAR da defensora de familiares de escritores e intelectuales víctimas de «asesinatos en serie» entre 1998 y 1999 e impulsora de los derechos de la infancia, fue detenida y encarcelada en 2000 por «perturbar a la opinión pública». Liu Xiaobo, escritor chino y antiguo profesor universitario que pasó 20 meses en prisión por su papel en las pro– testas a favor de la democracia en Tiananmen. Internado después tres años en un campo de trabajo fue condenado en 2010 a once años de prisión por escribir la «Carta 08», un manifiesto político que pide profundas reformas democráticas. Son personas relevan– tes, pero hay muchos otros «mártires sociales» que están arriesgan– do su vida por el «país donde ponga libertad» que será la nueva sociedad. Por no citar más que un solo caso: la «Carta 08» de Liu Xiaobo inicialmente fue firmada por 300 intelectuales -entre ellos, académicos, abogados, periodistas y artistas-, pero posteriormente ha sido rubricada, a pesar de los riesgos, por más de 10.000 perso– nas, según diferentes organizaciones de derechos humanos. Esta es la «nube de testigos» de la que habla Heb 12, l. También la comunidad cristiana tiene en gran valor a los múl– tiples testigos que, no pocas veces con el empeño de su propia vida, harán posible el sueño de la nueva sociedad. Esto ocurre, sobre todo, en iglesias vivas como las de Latinoamérica. Resulta impre– sionante leer la síntesis de mártires de Latinoamérica (Ver: Agenda Latinoamericana 2011, pp. 12-13). Jon Sobrino ha elaborado la es– piritualidad del «martirio primordial». Según él: «Es mártir quien, en lo sustancial, vive como Jesús, promueve la causa de Jesús, el rei– no de Dios como Buena Noticia para los pobres, entra en conflicto y lucha con el antirreino, los poderes opresores de este mundo, y por todo ello se le da muerte como a Jesús. A esos mártires -ellos y ellas- les hemos llamado mártires jesuánicos» (Terremoto ... , p. 130). Pero son, sobre todo, los colectivos ignorados, las masas anónimas de pobres, quienes entran en la categoría de mártires primordiales porque expresan más la inocencia histórica, pues nada han hecho (la acritud de la denuncia profética, por ejemplo) para «merecer» la muerte, más que ser pobres, y expresan más la indefensión, pues ni posibilidad física han tenido de evitar la muerte. Y sobre todo

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