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MISTERIO DE EXCLUSIÓN 81 final entendido en formas dialécticas, además de apocalípticas. El correr de los días evidencia que la postura no era correcta, porque ni desaparece la comunidad ni desaparecen las doctrinas. Hubie– ra valido más una actitud dialogante. Pero, heredero el texto de la mentalidad veterostestamentaria y de las «tradiciones procedentes de Santiago y de Judas» (J. MATEOS, NT, p. 1150) no tenía capacidad para remontar el vuelo hacia otros horizontes. 2) Combate o propuesta (vv. 3-4) En el núcleo de la carta, se percibe la dificultad para hacer una propuesta. Ante esa carencia, se plantea un combate. El autor ex– horta a «combatir por esa fe que se os transmitió a los consagrados de una vez para siempre» (Parakalón epagónizesthai te hapax pa– radotheisthe tois hagiois pistei, v. 3). Es una fe por la que hay que combatir, «un conjunto de verdades doctrinales que fundamentan el mensaje cristiano y la vida de la Iglesia (lides quae creditur)» ( Co– mentario bíblico interconfesional, p. 1675). La fe esta siendo objeti– vizada, deja de ser una experiencia para convertirse en una verdad. Es decir, su futuro depende de la intensidad del combate que la de– fienda, no tanto de sus valores intrínsecos. Además, se transmite a los «consagrados», a los «espirituales», jamás a los «psíquicos», a los que viven con otros parámetros. E, incluso, es una fe que viene dada «de una vez para siempre»: Se perciben en todo ello las notas de una radicalización, cuando no de una sectarización. Desde ahí habrá que luchar contra quienes son «marcados ... impíos ... que re– niegan de Jesús» (Progegrammenoi ... asebeis ... kyrion hemón Iesoun Khriston arnoumenoi, v. 4). La Escritura es acusadora; la acusación se ampara en el mensaje. Lo inconcreto de la acusación huele mal: quizá sea una cortina de humo que encierra otros problemas (el tema del poder, sobre todo). El frontismo lleva al combate, no a la propuesta. No se discute sobre planteamientos, sobre posibilidades, sobre pluralidad, sino que surge natural la respuesta militante que encierra en sus pliegues un indudable componente de violencia.