BCCCAP00000000000000000001122

MISTERIO DE EXCLUSIÓN 91 7) Un camino arriesgado Así es el camino de la ortodoxia. Corre el riesgo de descalifi– car al otro, de insultarlo, de excluirlo. Parece evidente que en esos peligros sucumbe el texto de Judas. La acusación que él hace a los sedicentes herejes cae de lleno sobre él mismo. La descalificación es el rostro de la debilidad argumental: cuando no se poseen argu– mentos, se descalifica al otro y a sus planteamientos. Cuando no se sabe ver que puede haber caminos de confluencia se excluye a quien piensa distinto, a quien vive distinto. Y el insulto es la manera de desacreditar rápidamente ante un auditorio entregado. El Evangelio desplaza totalmente al insulto (Mt 5,11), a la descalificación (Mt 5,20-26) y a la exclusión (Mt 5,45). Porque, en general, sus paráme– tros no son los de una ortodoxia ideológica sino los de una oferta de vida. La crispación social que engendra el insulto, el aislamiento en que desemboca la exclusión y el empobrecimiento personal de quien descalifica tendrían que ser argumentos suficientes para abandonar estos arriesgados caminos y lanzarse a la senda del diálogo y del entendimiento porque «la universalidad creativa parte del margen y busca una propuesta que no excluya» (R. MATE, La herencia, p. 55). 8) Contra una idea perversa de misión Es una idea perversa de misión aquella que está basada sobre la universalización y la imposición: la universalización que tiende a hacer creer que, como lo mío es lo mejor, para todo el mundo es lo mejor; la imposición que lleva a pensar que si es lo mejor para todos es preciso imponerlo a quien no lo vea así. Parece claro que «para alcanzar la universalidad no hay que requerir a los hombres en aquello que los diferencia; conviene buscar aquello que los une» (R. MATE, La herencia, p. 10). Judas sigue justamente el camino contrario: insiste, ahonda, atiza las diferencias y desde ellas preten– de construir sentido para la comunidad cristiana e, incluso, para los extraviados. ¿Habría sido posible confluir en algún aspecto común? No lo dudamos, por mucho que el gnosticismo pueda ser conside– rado como una desviación por el naciente cristianismo, el anhelo de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz