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MISTERIO DE EXCLUSIÓN 87 El diálogo social, muchas veces usado como herramienta de poder y de ahí, con frecuencia, su esterilidad, se presenta como la única sali– da a situaciones de enorme dificultad. El diálogo y la mediación son la única puerta abierta a situaciones de conflicto evidente. El diálo– go interreligioso es la gran pregunta de futuro para las religiones. El diálogo intercultural es el futuro de los pueblos y, en concreto, el futuro de Europa en esta hora de turbulencias: «El diálogo intercul– tural sólo puede prosperar si se cumplen determinadas condiciones previas. En el Libro Blanco se explica que, para impulsar el diálogo intercultural, es preciso adaptar numerosos aspectos relativos a la gestión democrática de la diversidad cultural, en concreto: reforzar la ciudadanía democrática y la participación; enseñar y aprender las competencias interculturales; crear espacios para el diálogo inter– cultural y ampliar los existentes; conceder una dimensión interna– cional al diálogo intercultural» (CouNCIL OF EuROPE, Libro Blanco sobre el diálogo intercultural, p. 5). Cualquier iniciativa humana que se tome fuera de los cauces del diálogo está amenazada de fracaso. 2) Desobjetivizar ideologías El autor de Judas es alguien fuertemente troquelado por la ideología, una ideología que deja por sentado que está ahí desde el Viejo Testamento y desde las tradiciones judías. Para él, esto es in– discutible y, por lo tanto, tiene que ser aceptado. La persona esclava de la ideología cree que esa realidad está ahí antes y objetivamente. Por eso no se afana en su discernimiento, clarificación y actualiza– ción sino que, tomada como un bloque indiscutible, se asume sin más y, considerada como la única buena, trata de imponerla a los demás, incluso con métodos violentos. Dijo Zygmunt Bauman en el discurso de los premios Príncipe de Asturias 2010: «Nosotros, hu– manos, preferiríamos habitar un mundo ordenado, limpio y trans– parente donde el bien y el mal, la belleza y la fealdad, la verdad y la mentira estén nítidamente separados entre sí y donde jamás se entremezclen, para poder estar seguros de cómo son las cosas, ha– cia dónde ir y cómo proceder. Soñamos con un mundo donde las valoraciones puedan hacerse y las decisiones puedan tomarse sin la

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