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86 FIDEL AIZPURÚA DONAZAR malvados y los perversos, han de ocupar un espacio en el corazón amoroso de los cristianos, aunque solo sea para encomendarlos a Dios en la oración» ( Comentario Bíblico Latinoamericano, NT, p. 1177). Nos parece una visión muy cuestionable. 6) Una escatología servil La renombrada doxología final de Judas (vv. 24-25) contiene, en realidad, una escatología servil de la ortodoxia y de la moralidad. Habla de estar presentes ante Dios «sin tropiezos» (Aptaistous, v. 22), aludiendo, sin duda a una doctrina recta, la propugnada por el autor del texto. Dice, también que Dios hará que se esté ante él sin «mancha» (Amónous, v. 24) aludiendo a la lejanía de toda conexión con cualquier desviación. Es decir, se puede dar gloria a Dios desde la ortodoxia y la recta moralidad. Toda otra manera de estar ante Dios, ante del Dios del amor y del perdón, no queda contemplada. Se le marcan a Dios los límites al decirle en qué parámetros ha de recibir gloria. El indudable afán catequístico del texto queda cuestio– nado por la orientación general de un tipo de ortodoxia excluyente. 2. Derivaciones sociales La luz de la Palabra vertida sobre el hecho social contribuye a iluminar el camino humano. Hagamos algunos apuntes tras la lectura sincrónica: 1) Diálogo versus frontismo La carta de Judas está bloqueada por su escasa capacidad de diálogo. Más allá de todo desaliento por la esterilidad del diálogo mezclado a intereses personales, en las experiencias de aprendizaje grupales, se está usando crecientemente el diálogo, como un método destinado a develar los intereses esenciales humanos por encima de las apariencias que asoman como posiciones en debate o controver– sias. Este valor cognitivo es el que le abre a múltiples posibilidades.

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