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LA CONSTRUCCIÓN DE LA LIBERTAD 315 porque predicaste a los hombres la libertad que no quieren» (V,5, p. 993). No resulta cierto que los humanos no anhelemos la libertad aunque se desdiga de este anhelo en sus múltiples opresiones. Solo que la libertad es una construcción, un formidable trabajo y se reci– be como un don y una conquista. La espiritualidad paulina puede ayudar en este lento aprendizaje. 1. Aproximación al texto Partiendo del previo necesario y decisivo de rehabilitación por la fe en Jesús, expondremos el núcleo paulino de la libertad cristiana como una nueva vida a partir de la experiencia de Cristo. Desde ahí se podrá justificar el apostolado de Pablo y esclarecer la calamitosa situación de las comunidades de Galacia. La espiritualidad de la carta es propia del cristiano adulto y experimentado que ha asenta– do su vida sobre el sólido cimiento del Evangelio. 1) Un previo decisivo: La rehabilitación por una experiencia de fe en Jesús (3,1-4,7) Es, efectivamente, un previo tan decisivo al tema de la liber– tad que constituye el núcleo de la carta: ¿cuáles son las fuentes de la libertad cristiana? ¿De dónde brota la certeza de que la libertad es asequible al ser humano por encima de su evidente y profunda limitación? ¿Tenemos la seguridad de que la llamada de la libertad puede ser escuchada o hay que echarse, indefectiblemente, en brazos de un código? Porque una cosa debe quedar clara de salida: la dialéctica entre fe y obras no es realmente una dialéctica paulina (por mucho que las luchas en torno a la Reforma lo hayan planteado así). La dia– léctica es entre fe y código legal. Por eso se pregunta Pablo desde el comienzo de su argumentación cuál es el origen real de la bon– dad de las obras que realizan los creyentes, de los «prodigios entre vosotros» que tienen como fuente el Espíritu y su empuje acogido con fe (ho oun epikhorégón hymin to pneuma kai energón dynameis