BCCCAP00000000000000000001120

LA CONSTRUCCIÓN DE LA LIBERTAD 329 libertad no sea una marioneta en manos de los poderosos. Un marco de referencia, un orden, establecido por sociedades je– rárquicas o estratificadas es un caballo de Troya, tiene dentro a su propio enemigo. Por el contrario, los marcos sociales par– ticipativos (por ejemplo, las Constituciones democráticas) son los más propicios para situar correctamente el anhelo común de libertad. 7) Amor y libertad, relación no dialéctica: Es posible que Pablo sitúe el amor en el marco de lo salvífica y, desde ahí, sea fácil no entrar en conflicto con el amor. Pero, de hecho, el dice que «el fruto del Espíritu es amor. .. » (5,22). Es decir, la libertad no está en relación dialéctica con el amor sino que ambas realida– des se potencian: a más libertad, más amor y viceversa. Esta potenciación mutua se realiza en los caminos más cotidianos, en la llamada razón práctica. Para ello, controla el amor egoís– ta y pone coto a los amores sociales que no engloban al todo de lo humano, sobre todo a los sectores sociales más débiles. «La libertad es, para empezar, la capacidad siempre disponible de reprimir el amor patológico a sí mismo, en nombre de la veneración por lo santo, o sea, por lo que manda la voz no vio– lenta de la razón práctica. Pero, más hondamente entendida, la libertad es el alcance práctico de esta voz de la razón: el hecho capital de que el ser racional se da leyes absolutas de la acción a sí mismo; venera en sí mismo, como valor absoluto, la raciona– lidad práctica, y la acata amando la santidad de este valor por encima del alto precio que alcanza a sus ojos la felicidad», (M. GARCÍA BARó, Del dolor, pp. 22-23). La verdad de todas las formas humanas relacionales (fa– milia, sociedad, comunidad política o religiosa) ha de desvelar la potenciación de la libertad. Si en esas formas de convivencia humana la libertad quedara conculcada o desfigurada se es– taría asistiendo a su propia negación. De ahí que la renuncia a la libertad no puede ser algo de recibo, ni en base a lo «más sagrado» (el amor, la religión). Por el contrario, esas formas cualificadas y admitidas de relación habrían de ser marcos pro-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz