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LA CONSTRUCCIÓN DE LA LIBERTAD 325 res, sigue vinculada a la lucha por la emancipación social, por la destrucción del sistema de esclavitud, por la destrucción del sistema que nos impide realmente asumirnos, por el desprecio a las prohibiciones de tipo empírico, que, sin embargo, cons– triñen curiosamente al sujeto no empírico. Una vez más: La libertad del sujeto no es disociable de la dignidad del orden social», (V. GóMEZ PIN, Filosofía, p. 205). Aún así, los códigos y sus oscuros intereses seguirán forzando el sometimiento a la norma porque sin esa tiranía caen en el descrédito y en la inuti– lidad más total. 3) La herencia de la libertad: Gálatas asegura con toda fuerza que la libertad asociada a la adhesión a Jesús abre las puertas a la filialidad y, con ella, a la herencia (Ga 4,6-7). ¿Qué se entiende por herencia desde una lectura social? ¿Cuál es la herencia de la libertad, su gran promesa? No es otra que la dicha en su más simple y honda acepción. Desde Epicuro hasta las más moder– nas investigaciones dan cuenta de que el anhelo de dicha sobre– pasa lo meramente genético para abarcar zonas más profundas de la experiencia humana. Efectivamente, psicólogos de la Uni– versidad de Edimburgo han descubierto, junto a investigadores australianos del Queensland Institute for Medica! Research, que los genes condicionan en un cincuenta por ciento la capa– cidad de ser feliz de las personas gracias a que también deter– minan la personalidad, lo que llaman la «arquitectura genética de la personalidad». El otro cincuenta por ciento dependería de factores externos tales como las relaciones sociales, la salud y el éxito laboral. Los genes, explica el estudio, juegan un gran papel en la forma en la que las personas perciben la vida, más que otros factores externos. Asimismo, los investigadores indi– can que los genes determinan los rasgos de la personalidad que predisponen a la felicidad, como ser sociable y no preocuparse demasiado. Así, unos genes adecuados pueden actuar de barre– ra frente a los momentos negativos de la vida de una persona y ayudarla a recuperarse. Los científicos han llegado a estas con– clusiones después de estudiar 900 parejas de gemelos y mellizos que tienen diferentes estilos de vida. En el caso de los gemelos,

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